El Giro de Italia 2022 inició con una serie de nombres que pintaban como grandes favoritos para levantar el trofeo Senza Fine en Verona, ciudad en la que terminará la presente edición de la primera Gran Vuelta del año. El ecuatoriano Richard Carapaz, el portugués Joao Almeida, el español Mikel Landa y los colombianos Iván Ramiro Sosa y Miguel Ángel López (ya por fuera de competencia) eran quienes lideraban esa lista, pero a medida que fueron avanzando los días hubo varios que se fueron destapando.

Tal es el caso del australiano del Bora, Jai Hindley. El joven de 26 años se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la corsa rosa y con el transcurso de los días coge más fuerza como uno de los principales rivales de Carapaz (Ineos Grenadiers), quien es el que viste la camiseta de líder de la clasificación general.

Pocos eran los que contaban con él como uno de los que le pelearía la maglia rosa al ecuatoriano, sin embargo, Hindley ha demostrado que está en muy buenas condiciones para dar la pelea, principalmente en la semana definitiva, donde la montaña impondrá las condiciones y en la que el ciclista del equipo Bora se mueve bastante bien.

Así lo pudo demostrar en el ascenso al Blockhaus, donde consiguió llevarse la victoria en lo más alto de esa cima y desplazar al colombiano Nairo Quintana como el último ciclista en conquistar ese temido puerto.

Asimismo, las posibilidades de vestirse de rosa aumentan ante el poderío que su equipo ha mostrado en las etapas en que la media montaña ha hecho presencia. Solo hay que recordar que Lennard Kamna triunfó en el Etna y el Bora fue el encargado de destrozar la carrera en la etapa 14, entre Santena y Torino, cuando sus corredores lanzaron un ataque en los diferentes puertos por los que atravesaron y que pusieron a sufrir a varios de los favoritos.

Hindley es consciente de que tiene todo para pelear por la maglia rosa y en el inicio de la decimosexta jornada, entre Salo y Aprica, el joven aseguró sentirse contento por estar en la pelea de lo más alto de la clasificación general al tener una diferencia de tan sólo siete segundos respecto a Carapaz, quien ahora que se ha destapado este ciclista, así como el equipo en el que corre, lo puede llegar a poner con los nervios de punta al ecuatoriano en lo que resta de los tramos montañosos de la corsa rosa.

El Bora ve en su corredor una gran oportunidad para adueñarse de la camiseta de líder y para eso trabajan. Hindley es uno de esos ciclistas que, si bien no estaba entre los planes de ninguno, ha comenzado a sacar sus dotes de líder y, además, la fortaleza que tiene a la hora de enfrentarse a la alta montaña.

Además de lo que hizo en el Blockhaus, el australiano lo ha vuelto a hacer en la llegada a Aprica, donde logró descontarle cuatro segundos al del Ineos, gracias a las bonificaciones en la línea de meta. Ambos corredores se pelearon la bonificación al esprint y fue Hindley el que terminó llevándoselos por muy pocos centímetros.

Esta será la semana más exigente para el pelotón y Carapaz tendrá que mantenerse al tanto de cualquier movimiento de Hindley y no perderle la rueda para no verse sorprendido y tener que ceder el liderato, pues es muy poco tiempo el que los separa.