Nairo Quintana (Arkéa Samsic) dio la batalla hasta donde más pudo. Sin embargo, al colombiano le terminaron faltando piernas para seguir el ritmo que pusieron sus rivales en la parte de adelante y finalizó cediendo algo de tiempo en la clasificación general.
A pesar de esto, el ciclista boyacense reconoció en lo que pudo haber fallado y desde ya piensa en recuperarse para afrontar la última etapa de alta montaña en la que podría ser quien dé la sorpresa.
Finalizada la etapa en Peyragudes, Nairo no podía dejar de recordar este día tan importante para Colombia, el 20 de julio. Esto lo llevó sin duda a tener un poquito más de nafta y darles la pelea a los favoritos, Tadej Pogacar (UAE Team) y Jonas Vingegaard (Jumbo Visma), quienes dejaron claro que están un nivel por encima del resto.
“Cuando las piernas se cansan se pedalea con el corazón. Es una batalla que hemos dado el día de hoy en nombre de mi país y esperemos que todos la disfrutemos y reconozcamos la historia y que cada uno de los colombianos el día de hoy sienta ese orgullo, así como lo siento yo”, dijo Nairo para Semana en la ruta.
Por otro lado, el colombiano reconoció que no fue un día para nada sencillo y reveló en lo que pudo haber fallado a lo largo de los 130 kilómetros de recorrido: “Quisimos seguir a los mejores, e igual me pasé y tuve que haberme regulado un poco más. Al final esperé al grupo de Gudu, pero en los últimos dos kilómetros tenía que tomar responsabilidad porque seguían tomando tiempo y había que intentar evitar más pérdidas”.
Resaltó: “Se hizo un gran esfuerzo, eso está claro, pero seguimos ahí a rueda y sabemos que los otros corredores tienen mucho equipo y les han ayudado a salvar un día y otro”, dijo el pedalista colombiano. Sin embargo, el colombiano destacó también el gran trabajo de los suyos.
“Dentro de lo que hemos podido hacer con nuestros jóvenes, y todo su corazón y esfuerzo, han hecho lo que más pueden y me han cuidado para estar en la posición que estoy. No hago las cosas solo y pedaleamos todos pa’ un mismo lado y poder tener una foto en el podio en París”, aseveró.
No obstante, Nairo sabe que no fue el único que “sobregiró el motor hoy y es posible que lo pague mañana”, agregó. Entre estos, Adam Yates y, en especial, Geraint Thomas, ambos del Ineos Grenadiers. Además, el del Arkéa se mostró optimista de cara a lo que se viene en la etapa 18, ya que finalizarán en un puerto que hace un buen tiempo no se sube.
“Mañana puede pasar de todo. Es una etapa con altura en la salida con el primer puerto, el segundo aún más duro y el último que hace mucho no se sube y varios de los jóvenes no lo conocen y podría favorecerme”, sentenció.
El ciclista boyacense sigue con la mirada puesta en este tercer escalón del podio y lo peleará hasta el final. Es realista en cuanto al nivel en el que se encuentran sus rivales, pero le ha dado gran importancia al trabajo que ha realizado a lo largo de esta carrera.
“De mi parte, creo que estaremos muy bien. No fue un mal día, pero el ritmo de adelante era un punto más de lo que yo podía, y regular el día de hoy y terminar en buenas condiciones es importante para lo que se viene mañana”, concluyó.