Aunque el TAS desestimó la apelación que Nairo Quintana, su abogado Andrés Charria y su familia prepararon durante dos meses, con argumentos científicos y jurídicos, y confirmó la decisión emitida por la UCI en agosto sancionando al ciclista con la descalificación del Tour de Francia y una multa de 5.000 francos suizos por infringir las prohibiciones médicas de con tramadol, el ciclista de Boyacá insiste en su inocencia.
“Mi carrera ha sido siempre honesta y por eso levanté la mano y dije me voy a defender. Para muchos, fue un pecado eso y tampoco gustó. Dentro de sus políticas tenían que culpar a alguien. Me ganaron esta carrera, pero seguiremos pedaleando. No haré nada que vaya en contra del ciclismo y las leyes”, dijo en rueda de prensa con algunos medios escogidos por el mismo ciclista, entre los que estuvo invitado SEMANA.
Pero entonces ¿De dónde salió el tramadol? “Puede ser una contaminación. He tomado mis productos alimenticios y de vitamina de siempre porque soy cuidadoso y sé lo que no se puede tomar. He pasado muchos controles de tramadol sin ningún problema. La duda cabe si puede haber contaminación del laboratorio y los mismos exámenes. Porque no aparecen los datos como deben de aparecer. Si soy, deben ser claros (...) No sabemos si está, no está, si lo consumí o no porque las pruebas de laboratorio no muestra una certeza de que esté”, respondió Nairo.
El boyacense dejó muy claro que no se ha dopado. Sin embargo, esta casa periodística indagó al pedalista y su abogado sobre credibilidad en los médicos del Arkea.
“Hemos tenido charlas continuas con ellos y no hemos llegado a nada. Es un 50 a 50. Yo creo en ti y ellos en mi pero hay este problema”, dijo Quintana y recordó que la relación con esa escuadra de ciclismo concluyó en los mejores términos.
“Con el Arkéa no hemos terminado en pelea ni mucho menos. Decidimos no seguir juntos para los siguientes años por la salud de todos. Levanté mi mano para defenderme y dijimos no vamos a seguir, Quiero agradecer los años con este equipo. les entregué mi corazón, conocimiento y algunas victorias”, recalcó.
Por su parte, esto expresó el abogado sobre la confianza en los galenos del equipo francés.
“Yo creo en Nairo y sé que no se dopó. Le pregunté cuando me llamó de donde había aparecido la sustancia porque mi labor es esa y me dijeron la esposa y su equipo que no lo atacara más. Creo en Nairo y no hay un tema de dopaje. No conozco los médicos del Arkéa ni el entorno de una carrera. No puedo hablar de quien no conozco. Repito, creo en Nairo y seguiré creyendo y no hay la más mínima duda en él. El resto no la conozco”, cerró Andrés Charria.
“La defensa está basada en dos partes, la jurídica y científica. En la primera, ha sido un control que es muy nuevo con muchísimas inconsistencias”, indicó el pedalista boyacenses, poniendo la lupa sobre el mecanismo que se utilizó para el estudio de las muestras de sangre. “Como le dije al presidente del TAS, si no es un deportista con medios económicos para defenderse, lo hunden y se acaba porque es muy difícil ganar una pelea como estas”, explicó Nairo de su apelación.
Nairo explica que, dentro de la parte científica, “hay múltiples errores a la hora de hacer el examen” por parte de los laboratorios contratados en la UCI. “Pagamos los científicos y nos decían que imposible. Nos decían que en el laboratorio del TAS lo hubiesen podido volver a hacer”, para verificar si existía presencia de tramadol o alguno de los antihistamínicos que consume regularmente el corredor para combatir las alergias.
“Las pruebas en ese laboratorio las hacen el día lunes cuando limpian las máquinas y mi examen no fue el lunes, sino el martes”, fue otro de los argumentos que presentó Nairo y su equipo ante el Tribunal. “Hay tablas comparativas que se realizan a la hora de crear ese tipo de examen. La mía no fue comparada con esas tablas y tampoco fue completada. El director de la UCI dijo que hicieron las pruebas de laboratorio, pero no qué arrojaron”, sentenció.