Caídas, pinchazos y tierra hasta los ojos. Ese es el resumen de una intensa etapa con el pavé como protagonista. Fueron 157 kilómetros entre Lille y Wallers-Arenberg y un terreno adoquinado que Nairo Quintana dominó a la perfeccción.

“Una quinta etapa marcada al rojo por los hombres de la general, para intentar solventarla sin mayores problemas. Fue la jornada del temido pavé en el cual puedes perder las opciones de ganar el Tour de Francia, eran 11 sectores en los últimos 75 km que trajo sorpresas”, describió Alberto Contador.

En total fueron 176 corredores que se le midieron a la frenética jornada que desde el kilómetro 2 vio vomo Magnus Cort (EF Education-EasyPost), Edvald Boasson Hagen (TotalEnergies) y Taco van der Hoorn (Intermarché - Wanty Gobert) se destacaban y luego fueron cazados por Simon Clarke (Israel-Premier Tech), Neilson Powless (EF Education-EasyPost) y Alexis Gougeard (B&B Hotels-KTM).

“El pelotón iba muy rápido en todo momento hemos visto cómo la tensión y el nerviosismo era muy alto, veíamos una escapada de mucha calidad de varios corredores de carrera. Tensión a la hora de entrar en los tramos”, analizó el español en SEMANA en la ruta.

El Jumbo-Visma, literalmente, sobrevivió a la dureza de la etapa en la que sus líderes Jonas Vingegaard y Primoz Roglic sufrieron un pinchazo y una caída, respectivamente. Además de Wout van Aert, que vio amenazada su camiseta amarilla, tras irse al suelo.

“Situaciones de estrés, caídas durante toda la etapa y veíamos un problema de Vingegaard que cambió bici con los compañeros y parecía que sería el gran perjudicado del Jumbo, pero luego se vio envuelto en una caída Primoz Roglic, se dislocó el hombro, parece que se lo acomodó el mismo y continuó para irse persiguiendo desde la parte trasera”, resumió Contador el inconveniente del equipo del líder que tardó unos diez minutos en regresar al seno del pelotón.

“Otro día más de amarillo para Van Aert que estuvo a disposición del Jumbo-Visma en todo momento”, dijo Contador.

El que con rudeza demuestra por qué es el favorito a su tercer Tour consecutivo fue Tadej Pogačar, quien a 25 kilómetros de meta y con cuatro sectores de pavé por delante aceleró junto a Jasper Stuyven (Trek-Segafredo) para llegar bien acomodado a la meta.

“Mientras tanto, Tadej Pogačar se fue a intentar coger cabeza de carrera. Se ha desenvuelto de manera increíble en los adoquines prácticamente solo, está concentrado, tiene una buena técnica y condición física envidiable”, dijo Alberto Contador sobre el esloveno.

Nairo Quintana demostró gran dominio del pavé y fue el mejor de los colombianos. Se mantuvo firme en el grupo de Pogacar junto a Alexander Vlasov, de Bora-Hansgrohe, rodando a 1′05″ de cabeza de carrera, con 45″ sobre el grupo de Van Aert, Vingegaard y Geraint Thomas, de Ineos Grenadiers y a 1′35″ sobre el grupo de Roglic.

“Destacar lo bien que ha ido todo el día Nairo Quintana, su equipo se ha manejado a la perfección siempre bien colocado y ha hecho una grandísima carrera”, elogió el nacido en Pinto.

“La victoria fue para los escapados”, puntualizó también Contador, refiriéndose a Simon Clarke (Israel-Premier Tech) que derrotó a Taco Van der Hoorn (Intermarché Wanty Gobert-Materiaux) con definición de photo-finish.

Daniel Felipe Martínez sigue como el mejor de la general a 1 minuto y 9 segundos de Wout van Aert.

“Vingegaard al final solo ha perdido 16 segundos con Pogacar y ha sido un auténtico éxito. Los colombianos Nairo Quintana, Daniel Felipe Martínez y Rigoberto Urán pueden decir que es etapa salvada con nota”, resaltó Alberto Contador.

El dúo de Pogacar y Stuyven tuvo casi 1′05″ de diferencias sobre el grupo de Van Aert, pero terminó cruzando la meta con solo 13″ de ventaja respecto al mismo. Roglic, por su parte, cedió 2′08″ respecto a su compatriota

“Haciendo un balance general es el gran damnificado es el Jumbo - Visma con la pérdida de Primož Roglič casi dos minutos con Tadej Pogačar, gran favorito. Veremos si el esloveno le dice adiós a la general”, sentenció Alberto Contador.

La del jueves será la sexta etapa de la ronda francesa, con inicio en Binche y final en Longwy, sobre un recorrido llano de 219,9 kilómetros.

“Llega la etapa más larga del Tour de Francia, salpicada de cotas, buena para la escapada y con la última parte prácticamente una clásica”, advierte Alberto y anticipa.

“Aún habiendo fuga, pero no descartaría que algún corredor quiera recuperar segundos y se mueva en la parte final. No es una etapa de transición”, finalizó en SEMANA en la ruta.