Muchos son los relatos de Egan Bernal y sus triunfos, como los que consiguió en el Tour de Francia 2019 y el Giro de Italia 2021. Y aunque esas historias las cuentan otras personas, esta vez fue el protagonista el encargado de narrar lo vivido durante una de sus carreras más importantes: la lucha por la vida.
En entrevista exclusiva con SEMANA, el ciclista colombiano contó todo lo que vivió luego del accidente que por poco le arrebata la vida. El lunes 24 de enero, el zipaquireño de 25 años se dispuso a cumplir con su primer entrenamiento de la semana, sin saber lo que pasaría sobre las 10 de la mañana.
Ese día, el pedalista del Ineos salió en bicicleta de crono para hacer un entrenamiento dedicado a esa modalidad. Pese a que siempre está alerta, la velocidad y la posición no le permitieron percatarse de que más adelante estaba el bus contra el que chocó en la vía Tunja - Bogotá.
“Salimos a entrenar común y corriente con el equipo. Unos iban en bicicleta de ruta normal, yo iba en bicicleta de crono. Salimos de Tocancipá, fuimos hasta el peaje El Roble, que es yendo a Sesquilé. Nos devolvimos en el peaje, vía Gachancipá, Tocancipá y Briceño”, contó Egan en conversación con Vicky Dávila.
Y sin darse cuenta, se estrelló de frente contra la parte trasera del autobús municipal. En ese preciso momento no pensó en la muerte, solo pasaba por su mente que se “había dado muy duro, había sido una caída fuerte”. En su primer parte, sin entender que estaba pasando, consideró que se “había fracturado seguramente el fémur y alguna costilla”. “No pensaba que fuera para más”, dijo.
En el momento del accidente solo lo acompañaba uno de los mecánicos del equipo, que iba en el carro de seguimiento. Después llamaron al médico del Ineos y sus compañeros llegaron al lugar, en el que él permanecía en el suelo esperando la ambulancia.
Sobre la primera atención por parte de los paramédicos, expresó que fue “muy frustrante porque no me dieron nada para el dolor”. Antes de eso ocurrió algo que él considera “muy chistoso”. “Escuché una sirena como de ambulancia y el doctor y todos me decían: ‘Egan, ya viene la ambulancia, escúchala’... Y yo bueno, listo, ya va a llegar’. Pero esa ambulancia siguió derecho, no venía para donde nosotros”.
“Ya después llegó la nuestra y cuando se bajó la señora lo primero que le dije fue: ‘por favor, deme algo para el dolor’. La señora solo dijo: ‘inmovilicémoslo y subámoslo a la ambulancia’”, agregó sobre cómo vivió los primeros minutos del accidente.
Y siguiendo con la historia de los medicamentos para controlar el dolor, los cuales no pudieron ser suministrados en ese momento, contó que “cuando ya estaba dentro de la ambulancia” le dijo a la paramédica: “señora, por favor, ¿me puede dar algo para el dolor?”. Lastimosamente, ella le respondió: “No, esta es una ambulancia básica, aquí no tenemos medicamentos”.
“Ahí fue cuando me desesperé y me desquité con el médico del equipo, pues no podía hacer nada y yo entendía que no podía hacer nada, pero con alguien me tenía que desquitar”, dijo entre risas.
Fueron cerca de 40 minutos de angustia y dolor los que pasó Egan Bernal hasta llegar a la Clínica Universidad de La Sabana, donde lo atendieron y le hicieron varias cirugías para salvarle la vida. Casi un mes después, el ciclista colombiano se encuentra en su casa, recuperándose satisfactoriamente.