No todo es alegría para el Jumbo-Visma en este Tour de Francia 2022. Aunque Wout van Aert y Jonas Vingegaard cabalgan hacia el podio con la camiseta verde, amarilla y de pepas rojas en el bolsillo, el equipo llegará incompleto a raíz del retiro de Primoz Roglic el domingo pasado, antes de tomar partida en la etapa 15.
“Para poder curar correctamente mis lesiones, hemos decidido que no participaré en la etapa de hoy”, dijo el esloveno en declaraciones compartidas por su equipo una vez decidieron apartarlo de la ruta.
Cabe recordar que Roglic sufrió una dura caída en la etapa 5 durante el recorrido por los pavés, renunciando aquel día a cualquier opción de pelear con Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y cediendo el testigo a Vingegaard, quien respondería con creces a los objetivos trazados por la alineación neerlandesa.
Aunque Primoz estuvo diez días más apoyando a su compañero, ya era evidente que no se encontraba en las mejores condiciones, por lo que el Jumbo le pidió dejar todo en los Alpes y, luego de eso, dar un paso al costado para preparar lo que será la Vuelta a España, donde debería defender su tricampeonato.
El problema es que las consecuencias de esa caída en la etapa 5 apenas están empezando a revelarse. De acuerdo a lo que reportaron medios internacionales este lunes, sin confirmación oficial por parte del equipo neerlandés, los exámenes médicos arrojaron una fractura en dos vértebras, que ponen en duda su presencia para la ronda ibérica del 19 de agosto al 11 de septiembre.
Los fans de Roglic todavía tienen la esperanza que desde el equipo salgan a hacer un llamado de tranquilidad, pero la información que se maneja en el paddock del Tour es que hay pesimismo sobre la posibilidad de tenerlo en la nómina del Jumbo pensando en la última grande de la temporada.
La caída
Para ver la magnitud de la lesión, hay que recordar el mencionado incidente de carrera en el clímax de la etapa 5. Justo antes de cruzar por el primer camino de adoquines, fue Jonas Vingegaard el afectado al sufrir un problema mecánico que desencadenó en múltiples cambios de bicicleta sobre la ruta. El danés logró recomponerse y conectó con el grupo principal antes que Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) iniciará su nuevo zarpazo en busca del maillot amarillo.
Fue durante ese momento de tensión en el que el Jumbo perdió a Roglic, que cayó por culpa de un cojín de paja mal ubicado por la organización. Los ciclistas que encabezaban el lote lograron esquivarlo haciendo uso de sus reflejos felinos, pero el tres veces campeón de la Vuelta a España fue víctima de la velocidad y terminó cayendo junto al velocista australiano Caleb Ewan (Lotto-Soudal).
Las consecuencias de esta caída se sintieron inmediatamente, pues Roglic no pudo subirse inmediatamente a su bicicleta a raíz de una luxación en el hombro que tuvo que corregir por sí mismo. “Tuve que parar y pedir prestado un asiento de espectador para ponerme el hombro en su lugar”, confirmó el ciclista después de cruzar por línea de meta.
“Como me ha pasado antes, sé cómo hacerlo, me agarro la rodilla y tiro fuerte”, agregó Roglic, que dejó en duda su continuidad para el resto del Tour. “No sé en qué estado voy a estar”, manifestó uno de los favoritos al título, alertando al equipo sobre el dolor que le dejó aquel accidente.
Lo cierto es que el esloveno continuó en carrera unos días más, pero manifestó lo que hoy se está dando por confirmado en la prensa especializada. “Tengo mucho dolor. Cada pedalada que doy sentado es como si me clavaran un cuchillo en la espalda”, dijo días después de la dolorosa caída.