Más pronto de lo esperado, los corredores colombianos que hicieron parte del Tour de Francia 2022 volvieron a la competencia del más alto nivel. Daniel Felipe Martínez y Rigoberto Urán, quienes estuvieron en la ronda gala y sufrieron el recorrido a lo largo de las tres semanas, se pusieron nuevamente en pedales este sábado 30 de julio para disputar la clásica de San Sebastián, competencia de un día con un exigente recorrido de 224 km y cinco premios de montaña.
El recorrido, que iniciaba y terminaba en la misma ciudad española, hacía presagiar una bonita lucha entre los escaladores que estaban en la carrera, entre los que los cafeteros también entraron al grupo como favoritos y se enfrentarían a rivales del talante de Tadej Pogacar, recientemente subcampeón del Tour de Francia.
Analizando lo que pudiera pasar en el recorrido, Urán habló con los medios oficiales de la carrera en la previa del arranque y aseguró sentirse de mejor forma con respecto a lo que fue su paso por Francia: “Estamos aquí, estamos bien. Tenemos un equipo competitivo, hay buenos corredores en el equipo, es una clásica donde todo puede pasar”.
A su vez, dio su concepto sobre los corredores contra los que iba a competir: “Es una clásica bonita con corredores de mucho nivel: Tadej Pogacar, Remco Evenepoel, algunos que se me olvidan por ahí... ciclistas de mucho nivel y será interesante”.
Intentando poner su nombre en la historia de la competencia, dio a conocer el plan que tenía para la disputa de la carrera, sabiendo que de lograrlo aumentarían sus posibilidades de triunfo: “Es una carrera que se define mucho en la parte final, y espero pasar bien adelante la última subida”.
Entre las reflexiones más importantes, también estuvo la crítica que se hizo sobre lo acontecido en la edición 109 de la Grande Boucle, donde finalizó lejos de disputar el top 10 y sentenció con una calificación muy baja su tránsito por el noveno Tour en su carrera deportiva: “Venimos del Tour de Francia, se ha podido descansar estos días y espero mañana tener las piernas mías, no las que tuve en el Tour”.
Esta última declaración va de acuerdo con lo manifestado después de 20 etapas y tres semanas consecutivas al máximo nivel de exigencia por los rivales en la segunda grande del año. Ante las imponentes escaladas y el calor sofocante, Rigo reconoció que no había sido fácil. “¡Qué dolor de piernas! Sube uno la pierna, le duele, la baja y también le duele. Pero bueno, no importa, ese es el deporte y hay que dar siempre lo máximo”, dijo.
También, al término de las etapas en las que se disputó algo en la ronda gala y antes de subirse a la van del Education First, Rigo se dio duro por no haber conseguido sus objetivos en este Tour. “Uno tiene que ser el jefe de uno mismo y la valoración de este Tour es un cero, mala. No se lograron los objetivos, no se ganó una etapa, ni se estuvo entre los diez primeros”, se dijo a sí mismo.
Hablando en tercera persona, el colombiano dijo que “no hizo nada, trató de hacerlo muy bien, lo intentó, pero siendo realistas no se cumplieron ninguno de los objetivos”.