“Hay que luchar, nada es fácil y menos en el ciclismo”, ese es el mensaje que a través de SEMANA TV dio Sergio Luis Henao tras 16 temporadas en la élite del pedalismo, diez de esos años a nivel internacional. Quería despedirse finalizando el calendario del ciclismo junto a su esposa y a su hijo en Lombardía, pero no logró ningún equipo con alguna escuadra tras la desafortunada desaparición del Qhubeka.
Sin embargo, si llega una propuesta que llene sus expectativas, se vuelve a montar en la bici. En SEMANA, Checho, como lo conocen en el pelotón, habló de sus mejores carreras, los recuerdos amargos, las lesiones, sus planes de vida, los equipos que lo llamaron y la fe que le tiene a Egan Bernal.
SEMANA: ¿por qué decide dejar el ciclismo de manera profesional?
Sergio Luis Henao (S. L. H.): no hay que estar triste, son momentos que llegan en la vida. Llegaron unos años más temprano de lo que quería por lo que sucedió con mi equipo, el Team Qhubeka, nos dijeron muy tarde y no hubo oportunidad de encontrar una nueva escuadra este año. Me voy con la cabeza en alto.
SEMANA: ¿su sentimiento al tomar la decisión?
S. L. H.: son sentimientos de nostalgia y recuerdo. Nunca se prepara para darle fin a una carrera deportiva. Hay veces nos toma más desprevenidos cuando lo del patrocinio del equipo se sale de las manos. Queda la tranquilidad de salir con la frente en alto porque desde que decidí ser ciclista lo hice al 100 %, lo hice con profesionalismo, amaba lo que era competir, entrenarme, cuidarme y cuando uno entrega todo debe estar muy tranquilo. Haber llegado de Colombia a Europa, donde viví mis alegrías más grandes al lado de Chris Froome. En el UAE compartí con Tadej Pogačar. Con el Team Qhubeka estaba muy feliz. Ahora veo el ciclismo desde el sofá.
SEMANA: usted dice que se le adelantó el retiro, ¿en sus planes a qué edad estaba irse?
S. L. H.: decía que me iba a retirar a los 30. A veces no es lo que uno planea, sino lo que el cuerpo y el estado físico le permite competir. También si lo disfrutas, cuando no lo haces y no sientes la misma pasión estás más que seguro de retirarte. Pensaba terminar mi contrato con el Qhubeka, dos años más y retirarme. Tenían un propósito muy lindo con su fundación, eran grandes personas. No fue así.
SEMANA: ¿la decisión también pasó porque ya no sentía esa misma pasión?
S. L. H.: te puedo decir que de pronto en UAE estaba saturado que pasaron, no estaba muy contento en el equipo. Pero en el Qhubeka me despertó las ganas, el hambre de competir y de ganar. Estaba feliz en el equipo. Le decía a mi esposa que quería estar muchos años más y luego salir, planeando una salida bonita. Te puedo decir que no fue porque me cansara, no sintiera pasión o ganas, o fuera algo con el equipo.
SEMANA: ¿con cuál momento y triunfo de su carrera se queda?
S. L. H.: sin duda uno recuerda esos grandes momentos que más permanecerán en la mente. Pero de las derrotas y caídas te ayudan a fortalecer esos logros. Mi primer año en Europa logré estar noveno, victorias en país Vasco, Polonia, trabajé en Tour de Francia para Froome. Estar a punto de una medalla olímpica y la París Niza y son cosas que quedan y que cuando estuve en Sky y Rigo en su primer equipo en el Viejo Continente empezaron a mirar un poco más para este lado. Ya Botero, Ardila, Laverde, Soler nos abrieron y nos enseñaron el camino y nosotros aportamos para otros como Egan, Higuita, Chaves y cada uno pone un legado y deja cosas buenas y si pude ayudar para eso también quedo con tranquilidad.
SEMANA: ¿y de los duros, la medalla olímpica que se le escapó?
S. L. H.: la verdad que sí, quería quedar en la historia del deporte y de una olimpiada. Cuando me encuentran y me ven me dicen que les duele mucho la caída, pero la vida es así. Así como me da nostalgia cada que hay juegos, me da alegría cada que hay París Niza. No me voy triste por lo que no fue, sino contento porque di el 100 %. No me siento fracasado.
SEMANA: ¿cómo ve el panorama general de Colombia en el ciclismo y en especial el de Egan?
S. L. H.: esperando que Egan se recupere y nos vuelva a dar alegrías, pero tenemos a un Nairo, Sergio Higuita disputando las mejores careras, Miguel Ángel López siempre combativo. Lo bueno es que hay esperanza con la nueva sangre, el respeto y admiración no la hemos ganado en Colombia.
SEMANA: ¿piensa que Egan puede llegar de nuevo al profesionalismo?
S. L. H.: Egan ha mostrado fortaleza y no solo en los momentos duros, mentalmente es muy fuerte. Primero tiene que volver a estar bien como persona y el deportista viene después, está en un proceso del mismo nivel de lesión. Seguro tiene niveles de avanzar y retroceder y ahí es donde tiene que sacar la casta que muestra en la bici. No dudo que volverá y lo hará a su nivel. Lo importante es la paciencia, el trabajo, la convicción y confiar en el personal médico.
SEMANA: ¿usted también tuvo caídas duras?
S. L. H.: me partí la rótula en 2014 en la Vuelta a Suiza. Prácticamente pude quedar fuera del ciclismo y mi esposa me sacó adelante contra todos los pronósticos que no podía volver y me convenció que era posible y vea hasta donde me trajo.
SEMANA: se viene su etapa de profesor, empresario, comentarista. ¿Qué planea?
S. L. H.: ni x, ni y, ni z. Primero una pausa, respirar, mirar, descansar, desconectarme y plantearla como mi familia. Aquí aconsejaré al que quiera.
SEMANA: ¿si el día de mañana lo llaman a un equipo, ¿cambia de parecer o ya está tomada la decisión?
S. L. H.: si llega un equipo con algo que realmente llene mis expectativas y condiciones, y no hablo de lo económico sino de la estabilidad, lo tomaría para despedirme bien y hacerlo bien. En el momento me cuido y sigo disfrutando de la carretera.
SEMANA: ¿podemos saber qué equipos lo llamaron?
S. L. H.: el Lotto Soudal, el Israel, pero fueron acercamientos sin un acuerdo.