El campeón esloveno, Tadej Pogacar se robó todas las miradas por estos días en territorio colombiano por su presencia en el Giro de Rigo. Si bien, dicha competencia terminó el pasado domingo con éxito, el corredor europeo se ha tomado unos días sabáticos en el país, disfrutando de los paisajes.

Su presencia ayudó a incrementar el gusto por el deporte pedal, el cual viene dejando alegrías por doquier en suelo nacional. Ante este panorama, el corredor que pertenece a la escuadra del UAE Team Emirates habló precisamente del nivel del ciclismo colombiano, dejando un par de elogios para sus colegas que este año tuvieron victorias en las grandes vueltas.

“Me habían dicho que se trata de un país muy bonito, encantador, con gente muy alegre y ante todo país ciclístico”, dijo Pogacar en charla con RCN. “Es obvio que hay una gran diferencia entre Eslovenia y Colombia”, agregó.

Posterior a ello, Pogacar habló de sus comienzos en el ciclismo y mencionó a Rigoberto Urán, como uno de sus referentes desde pequeño para impulsarse a competir sobre una bicicleta.

“Nadie en especial. Me fijaba en los grandes nombres como (Peter) Sagan, (Rigoberto) Urán y (Alberto) Contador”, ratificando su admiración por el pedalista de Urrao que por estos días lo llevó a conocer los paisajes de Colombia.

Ahora, en cuanto a la actualidad de los ciclistas cafeteros, Pogacar también guardó elogios asegurando que “es de alto nivel con muy buenos corredores. Colombia los tiene con (Sergio) Higuita, (Daniel Felipe) Martínez y (Miguel Ángel) López que seguirán complementándose con esprinters como (Fernando) Gaviria y (Juan Sebastián) Molano”.

‘Pogui’ sorprendido con Colombia

Acompañado de Rigoberto Urán y algunos otros invitados especiales, Pogacar quedó deslumbrado con los paisajes del departamento del Meta e incluso prometió regresar a conocer otros lugares del país, de acuerdo a lo que reveló el ciclista colombiano.

“Mirá qué maravilla, estamos acá con el duro de duros”, dijo Rigo en un video publicado en su cuenta oficial, en el que confesó que también era su primera vez visitando esta región del país. “Que nos sigan visitando todos estos maricas porque tenemos una maravilla de país”, agregó.

El colombiano, además, invitó al Gobierno a invertir en turismo y en deporte. “Tenemos que visitar nuestro país. Es la primera vez que yo vengo a Caño Cristales y estoy sorprendido. Este man ya me dijo que quiere volver. Eh, avemaría, amo mi país y ustedes también tienen que amarlo”, completó Urán.

Los amigos de Rigoberto Urán estuvieron acompañados por la Policía Nacional y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), en cabeza de su director Andrés Felipe García, encargado de acompañar a los ciclistas y sus familiares en el trayecto hacia Caño Cristales.

“Estamos muy felices, gracias por esta invitación. Pogacar feliz acá, conociendo esta maravilla y yo también porque no había venido. Gracias por cuidar esta maravilla, por tenerla así”, destacó Rigo.

Luego de la caminata por la orilla del río, la delegación, en la que también se encontraba el periodista Mario Sábato y el equipo de Tadej Pogacar, buscó un lugar para ponerse cómodos y echarse un chapuzón, otra de las imágenes emblemáticas que deja el paso del mejor ciclista del planeta por Colombia.

“Estoy muy feliz, es un gran honor estar aquí”, dijo Pogacar a la cuenta oficial del Giro de Rigo, que dejó ver algunos pormenores de la cena. “Fue una gran bienvenida y estoy contento de recibir esta invitación”, completó el dos veces campeón del Tour de Francia.

Sobre la música, el baile y la cultura que se encontró en suelo llanero, el ciclista aseguró que “es totalmente diferente” a lo que ha vivido en su país. “Estoy sorprendido en el buen sentido de la palabra y lo estoy disfrutando mucho”, dijo.

Ya el sábado estuvo en unas charlas acompañado de Mariana Pajón y el domingo se puso el uniforme del UAE Team Emirates para encabezar el lote de ciclistas. Aunque se lo tomó con tranquilidad, en un momento apretó el paso como suele hacer en el Tour de Francia y dejó boquiabiertos a los asistentes al alcanzar velocidades entre 70 y 80 kilómetros por hora, una locura para los deportistas amateurs, pero apenas normal para aquellos que lo han visto destrozar los registros en Europa.