La etapa 14 del Giro de Italia 2022 inició con un intenso ritmo, protagonizado por varios ataques entre los interesados a salir en la fuga. Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) fue el primero en intentarlo, pero rápidamente lo cazaron, al ser considerado una auténtica amenaza para los intereses de victoria en la jornada.

Más adelante fue el momento para Joe Dombrowsk,i en representación del Astana, quien salió al ataque junto a Ignatas Konovalovas (Groupama-FDJ), un ataque determinante para que un grupo de doce ciclistas se consolidara adelante con la presencia de dos colombianos: Iván Ramiro Sosa (Movistar) y Diego Camargo (EF Easy-Post), que ya ha estado varias veces inmerso en la escapada.

Ese movimiento provocó que el grupo principal pisara el acelerador camino al segundo puerto de montaña, decisión que provocó el sufrimiento de los embaladores y un Tom Dumoulin que no se terminó de encontrar en estas dos semanas de competencia.

El neerlandés se acercó hasta el carro de su equipo y, junto a sus directores, determinó que lo mejor era bajarse de la bicicleta y anunciar su retiro de la corsa rosa. El Jumbo-Visma confirmó en sus redes sociales que Dumoulin “había estado luchando con su condición física durante varios días” y este sábado 21 de mayo no pudo aguantar más.

El campeón del Giro de Italia en 2017 se suma a la lista de retirados que ya contaba con corredores de renombre como Miguel Ángel López (Astana), retirado en la cuarta etapa, y Romain Bardet (DSM), que tuvo problemas estomacales antes de la decimotercera fracción.

Dumoulin llegaba a esta edición como la cara visible del Jumbo, sin embargo, no ha estado a la altura de las expectativas de un equipo acostumbrado a pelear por la clasificación general. Antes de retirarse, se encontraba en la casilla 31 a 19 minutos de Juan Pedro López (Trek-Segafredo), actual portador de la maglia rosa.

Dos momentos de Giro

La triste despedida del ciclista neerlandés marca el final de una ilusión que inició de manera positiva con un decoroso tercer lugar en la contrarreloj de la segunda etapa disputada en Budapest. Aquel día Dumoulin hizo una demostración de sus cualidades en la crono y les dio esperanza a sus seguidores con la posibilidad de pelear un título, que luego de ver como sufría en la montaña fue totalmente descartado.

El gran día de Tom fue en la etapa 7 cuando salió a la fuga seguido por el colombiano Diego Camargo. Después de un gran esfuerzo para separarse del pelotón, Dumoulin integró el cuarteto que se disputó la victoria en Potenza y tuvo un papel fundamental para que su compañero Koen Bouwman pudiera celebrar en la línea de meta.

El trabajo en equipo de este grupo de cabeza se mantuvo hasta los últimos 8,5 kilómetros, exactamente hasta que Bauke Mollema salió desde atrás y busco sacarles ventaja desde lejos. Dumoulin respondió un par de segundos más tarde, pero tampoco logró metros de diferencia para irse en solitario y, al contrario, lo dejaron atrás por casi mil metros.

El neerlandés volvió antes del tramo final, aunque no lo hizo para ganar, sino para marcarle el ritmo a su compañero. Faltando 500 metros, el ganador de la maglia rosa en 2017 se abrió para lanzar a Bouwman y darle la única victoria de etapa al Jumbo-Visma en esta edición 105° del Giro.

Al cruzar la meta, ambos se sumieron en un profundo abrazo que quedó para el recuerdo como una de las imágenes más emotivas de la ronda italiana. Ahora al Jumbo-Visma le quedará buscar algún otro triunfo de aquí al final, pues ya no tienen opciones reales de pelear por un lugar en el Top 10 de la general.