La edición 109° del Tour de Francia inició para Colombia con buenos tiempos para Daniel Martínez (Ineos Grenadiers) y Nairo Quintana (Arkéa-Samsic), quienes salieron en la primera media hora de turnos, de acuerdo a la programación entregada por la organización en la antesala al pistoletazo inicial en Copenhague (Dinamarca).

Los 13.2 kilómetros de recorrido obligaban a hacer una salida potente para entrar en ritmo y conquistar las constantes curvas que se presentaban en el trayecto. La lluvia, que no se tenía a consideración en la previa, fue otro condimento más de una jornada en la que los ciclistas debieron arriesgar muy poco para evitar caídas como la de Stefan Bissegger del EF EasyPost.

Afortunadamente, Martínez y Quintana lograron terminar su turno sin contratiempos, aunque el del Arkéa-Samsic estuvo a punto de caer al encontrarse en antes de un giro con el australiano Caleb Ewan, que había salido un minuto antes del colombiano en el partidor.

Nairo intentó eludir a su rival por el costado, pero la estrecha carretera en la que lo alcanzó no permitió que pudiera seguir su camino. Por más que Ewan no provocó un accidente, si incidió en que el Cóndor tuviera que detener la marcha y perder milésimas vitales en el remate de la etapa, cuando solo le faltaban 3.6 kilómetros para cruzar la meta.

Al percatarse que el ritmo de Quintana era mayor al suyo, el australiano del Lotto Soudal cedió la posición y permitió que su colega siguiera en la búsqueda de un tiempo que fue mucho mejor de lo esperado, pues, para hacer comparaciones con un especialista como Daniel Martínez, actual campeón nacional de contrarreloj, solo perdió cinco segundos.

Por más que en la clasificación general ambos quedarán muy lejos de los puertos de vanguardia, la pérdida ya era casi un hecho antes de salir, lo importante era no perder más de un minuto respecto a Tadej Pogacar, Primoz Roglic y Adam Yates.

el boyacense, que no se presentaba como el más fuerte en la lucha contra el cronmetro, sacó lo mejor de sí en un trazado marcado en su mayoría por el suelo mojado y necesitó de 16′06′' para completar la primera etapa, dejando atónitos a todos los espectadores daneses que rebosaron las calles de Copenhague para ver a sus ídolos.

Ilusión intacta

Al igual que la primera vez que fue elegido para la ronda gala, Nairo guarda la ilusión de llegar primero a los Campos Elíseos y gritar ‘campeón’, aunque sabe que la sangre nueva de Tadej Pogacar y compañía se lo pondrá bastante difícil. “El Jumbo trajo un equipo muy fuerte con dos líderes potentes y serán los partícipes de mover el pelotón y adelantar a Pogacar. Nosotros vamos a pescar en río revuelto apretando los dientes para aumentar el palmarés”, declaró en rueda de prensa para los medios latinoamericanos el jueves.

Este Tour tiene además un tinte especial para el colombiano por las dudas que hay en el Arkéa-Samsic respecto a su futuro. Los directores aún no se han sentado a hablar con Nairo de la renovación, mientras en la prensa internacional ya vaticinan con varios posibles destinos para la temporada 2023.

Nairo afrontará este Tour como jefe de filas del Arkéa | Foto: AFP or licensors

Poniendo primero el espíritu competitivo, ‘Nairoman’ regateó la pregunta de su renovación diciendo que “de cierto hay mucho y nada”, dejando la puerta abierta a todos los equipos que quieran contratarlo, pero después de terminar este gran reto de la temporada camino a París.

“(Los rumores) Son palabras que giran y en este momento estamos concretando en el Tour de Francia y hacer palmarés. Crecer como corredor y representar a Latinoamérica que es un orgullo y siempre daré lo máximo. En eso estamos sin perder el rumbo”, apuntó, dejando de lado las versiones que lo ubican en el Team Astana junto a Miguel Ángel López y Harold Tejada.