Las malas sensaciones de una etapa caracterizada por los vientos de cara se hicieron realidad en el tramo final de la jornada de 202 kilómetros de recorrido entre Roskilde y Nyborg. El puente de Grand Belt, bautizado como ‘puente del terror’ por los expertos, desató el caso dentro del lote principal con la avería mecánica de Rigoberto Urán, la posterior caída del líder transitorio Yves Lampaert y el accidente masivo en el que estuvieron inmersos, entre otros, Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y el colombiano Daniel Felipe Martínez (Ineos Grenadiers).
A falta de 2,6 kilómetros para coronar la línea de meta, el pelotón entró en una avenida que se hizo cada vez más estrecha para la cantidad de corredores que buscaban ubicarse para el esprint final. Empujones de lado y lado ocasionaron que uno de los ciclistas se incomodara con las barreras de contención y, producto de perder el control, cayera al suelo y ocasionara un desastre a su paso.
En principio, la transmisión oficial identificó tres corredores del Ineos y la camiseta blanca de Pogacar entre los afectados, pero rápidamente pasó a la acción de la definición de la victoria que quedó en manos de Fabio Jakobsen. Cuando las cámaras volvieron al sitio del choque, varios ciclistas ya se habían levantado a seguir en competencia, aunque el tiempo de llegada ya había sido neutralizado por la regla de los tres kilómetros.
Minutos después de terminado el segundo exámen en suelo danés, el Ineos Grenadiers confirmó que uno de los ciclistas que protagonizaron el accidente fue Daniel Martínez, una de las tres cartas de Colombia para esta edición. “Como era de esperar, obtuvimos un final nervioso en la etapa dos”, inició el corto comunicado de la alineación británica.
“Nuestro dúo conformado por Daniel Felipe Martínez y Filippo Ganna cayó en una colisión masiva con 2,6 km para el final”, notificó el equipo sobre lo que ya se rumoraba en la línea de meta al identificar que el colombiano y otros miembros del lote principal que iban adelante no habían llegado en el grupo que pasó detrás de los que disputaron la victoria de etapa.
Por fortuna, la situación no pasó a mayores y el soachuno se pudo levantar por sus propios medios para continuar con los últimos metros camino a la llegada en Nyborg. “Ambos corredores pudieron volver a montar y cruzar la línea”, sentenció la misiva del Ineos.
Lo único positivo que dejó esta segunda y penúltima fracción del Tour en territorio danés es que los colombianos no perdieron tiempo y se mantienen en las posiciones que habían logrado en la contrarreloj inicial. Martínez sigue siendo el mejor colombiano en la casilla 33° a 45 segundos del nuevo líder que es Wout van Aert (Jumbo-Visma).
Luego viene Nairo Quintana en la posición 46° a 50′' y remata Rigoberto Urán en el trío nacional con una posición 109° que espera mejorar con el transcurso de las etapas. El capo del EF EasyPost estuvo a punto de despedirse de sus aspiraciones de pelear por la clasificación general, pero el trabajo de su compañero sirvió para reconectar con los favoritos después de haber sufrido una avería mecánica instantes antes de cruzar el puente.
En línea de meta, Rigo habló con SEMANA en la Ruta y se mostró molesto por la mala suerte de la que ha sido víctima en estos dos primeros días de carrera. “Hijue... dos caídas. Ya habíamos salvado todo y se volvieron a caer. Un gran trabajo del equipo que me salvaron el día. Si no estoy con ellos era muy difícil volver. Hubo otro enredón ahí más adelante, pero ya habíamos pasado los tres kilómetros y estábamos salvados. No pasa nada, son heridas”, sentenció.