Nairo Quintana (Arkéa-Samsic) arranca esta tercera semana con la ilusión intacta de pelear por un lugar en el podio de la clasificación general, que está a casi dos minutos. El tercer lugar en este momento pertenece a Geraint Thomas, defendido a capa y espada por su Ineos Grenadiers, lo que complica las aspiraciones del boyacense si no logra atacarlos en una de los puertos de montaña que quedan en los Pirineos.

Está claro que la lucha en la punta será entre Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), pero el ingreso al podio promete otra batalla en la que la esperanza es tener al Cóndor como uno de los protagonistas.

La etapa 16, con cuatro puertos de montaña en su recorrido, activó las alarmas de batalla entre los favoritos, que cometieron el grave error de permitir que la fuga rozara los nueve minutos de diferencia. Antes de subir el Port de Lers, penúltimo puerto del día, la distancia con la cabeza de carrera ponía a Aleksander Vlasov (Bora Hansgrohe) como un serio aspirante a entrar en el podio, sin que nadie lo tuviera en las cuentas.

Los kilómetros pasaban y en el pelotón nadie se animaba a tirar, más allá de un esfuerzo de parte del Jumbo para darle cacería a los escapados. Tal fue el desespero de los compañeros de Jonas Vingegaard, líder de la general, que armaron pelea con el Arkéa-Samsic de Nairo Quintana y el DSM de Romain Bardet por no apretar el paso aún viendo que el ruso les estaba arrebatando la posición en la tabla.

El video capturado por la transmisión oficial muestra el momento en que Tiesj Benoot suelta el manillar para reclamar a uno de los gregarios de la escuadra francesa, quien se encontraba marcándole el paso a Nairo en el ascenso al puerto de primera categoría.

Justo después de esa imagen, la etapa 16 se rompió por completo gracias al ataque de Pogacar cuando estaban a punto de coronar el Port de Lers. Apoyado en su compañero Rafal Majka, el esloveno salió desde atrás y seleccionó a los que estaban con mejores piernas, entre ellos el colombiano, dejando regados a Adam Yates (Ineos Grenadiers) y el propio Bardet, dos de los que se encuentran por encima de Quintana en la general.

Afortunadamente, el de Cómbita respondió con entereza a los movimientos de Pogacar y eligió la rueda de Geraint Thomas para mantener el paso detrás de los dos aspirantes al título. Ese arranque provocó que la diferencia con los fugados descendiera a los siete minutos e impidiera que Vlasov pudiera soñar con un batacazo por el maillot amarillo.

En el descenso, los favoritos volvieron a pasar por un momento de calma antes de la tormenta que se avecinaba camino al Mur de Péguère, último puerto del día, de primera categoría.

Lo positivo para Colombia es que Nairo Quintana ha cumplido con su promesa de gastar todas sus energías en procura de asegurar el top 10 y pelear por algo más si se atraviesa en el camino, viendo que sus contendores por un hipotético cuarto o tercer lugar también han pagado el desgaste de las dos semanas ya disputadas. “Para el tercer puesto sé que debo luchar muy bien con Yates, Bardet y Thomas, y sacarles un poco más de un minuto”, analizó el colombiano.

“Me quedan tres días por pedalear duro y lo haré con todo el corazón y todas mis fuerzas para poderlo conseguirlo y sería una consagración nuevamente el podio”, dijo el Cóndor en su habitual rueda de prensa del día de descanso. El sueño de estar en esos tres cajones sigue vivo, por lo que el ascenso a los Pirineos se antoja como una posibilidad de ver a Nairo en cámara pegado a los favoritos, algo que al menos en esta etapa 16 fue cumplido a cabalidad.