La etapa 11 del Tour de Francia revolucionó todo lo que los expertos tenían presupuestado hasta ahora. Además del arranconazo de Nairo Quintana (Arkéa-Samsic), que lo ubicó dentro del top 5, el gran movimiento se presentó en la parte alta de la tabla de posiciones.
Jonas Vingegaard, el que llegaba como segundo capo del Jumbo-Visma, aprovechó el sufrimiento de Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) para ponerlo contra las cuerdas y arrancarle casi tres minutos que serán difíciles de remontar en la semana y media que queda de competencia.
El danés está ahora a 2′ 22″' del vigente bicampeón, lo que cambiará de ahora en adelante todo el decorado del Tour. Jumbo pasará a tirar del grupo como líder, mientras que el UAE tendrá que arreglárselas para poner a su capo en una posición favorable de cara a un posible ataque que le permita llegar con opciones de título a la contrarreloj individual de la etapa 20.
A pesar de la gran diferencia que le sacó su rival, Pogacar cree que no todo está perdido y promete que habrá venganza en alguna de las escaladas que restan por disputar. “No sé qué me ha pasado hoy. En el Col du Galibier todavía me sentía bien, pese a todos los ataques que había recibido de Jumbo-Visma. En la subida final, sencillamente, no tenía buenas piernas y sufrí desde el pie hasta la cima. No ha sido mi mejor día. Espero encontrarme mejor mañana”, analizó el esloveno en declaraciones para los medios oficiales de la carrera.
“Quiero competir y darlo todo de aquí a París para acabar este Tour de Francia sin ningún remordimiento”, añadió. Para Pogacar “esto no se ha acabado” y promete que habrá “venganza” contra el Jumbo, los encargados de arrebatarle la camiseta con la que soñaba por tercera vez consecutiva.
El líder del UAE terminó aplaudiendo las cualidades de Vingegaard y el poderío del que para muchos es el mejor equipo del mundo actualmente. “Hoy Jumbo-Visma se la ha jugado desde el principio y ha hecho la carrera muy exigente, con una estrategia fantástica. Para nosotros, con varios gregarios menos, era muy difícil controlar quien entraba en la fuga y al final Van Aert y Laporte se nos escaparon”, apuntó.
Palabras del nuevo líder
Lo que más le cobran a Pogacar es la sonrisa a poco de iniciar el Col de Granon, donde finalmente sería derrotado por un imbatible Jonas Vingegaard, que celebró a rabiar su ascenso a la primera casilla de la clasificación general. “Ha sido increíble. No sé cómo describir lo que ha pasado. Estoy sorprendido de lo amplias que han sido las diferencias. Esto era lo que soñaba desde siempre: una etapa en el Tour de Francia. Y encima he tomado el maillot amarillo”, dijo a los micrófonos del Tour.
“Teníamos un plan desde el principio: queríamos hacer la carrera muy dura porque creíamos que eso nos podía beneficiar a Primoz y a mí. Le he metido mucho tiempo a Pogacar hoy y no lo hubiera logrado sin mis compañeros. Han estado increíbles”, añadió el danés.
Vingegaard explicó el momento en que tomó la decisión de atacar al líder, que hasta ahora parecía superior a todos los ataques. “En la cima del Galibier, Tadej parecía fortísimo. Sin embargo, tenía muchas dudas de si estaba yendo a tope o no. En la subida final, desde el coche me dijeron que a cinco kilómetros de meta había rampas muy duras. Yo decidí que, una de dos, o ellos hacían la carrera dura, o yo atacaba con todo”, comentó.
El nuevo dueño de la camiseta amarilla resaltó que “si no lo intentaba” en ese punto “nunca iba a conseguir ganar” y mucho menos ponerse por delante en la general.
Pese a la alegría por el doble triunfo de este miércoles, Vingegaard ahora tiene toda la presión de responder a los ataques de Pogacar, quien abiertamente prometió que habrá pelea fuerte en lo que queda de los alpes y la llegada a los pirineos.