La Unión Ciclista Internacional (UCI) reveló el pasado miércoles -29 de junio- la estrategia para evitar posibles fraudes tecnológicos en el Tour de Francia, que se celebra del 1 al 24 de julio, con controles antes y después de cada etapa, según un comunicado.

Los controles de presencia de posibles sistemas de propulsión y acumulación de energía ocultos en los tubos y otros componentes de la bicicleta se realizarán con el uso de tabletas magnéticas, una cabina móvil de rayos X y dispositivos portátiles con tecnología de retrodispersión y transmisión.

Antes de cada una de las 21 etapas, un comisario técnico de la UCI controlará todas las bicicletas que se utilizarán mediante tabletas magnéticas, herramienta incorporada por la UCI en 2016 y que ahora contarán con un software que se actualizó recientemente.

Dinamarca marcará la partida de las tres semanas de carrera hasta París | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

Además, después de cada etapa, se efectuarán controles a las bicicletas del ganador de la etapa, de los corredores con maillot de líder (amarillo, verde, lunares y blanco), de tres o cuatro ciclistas seleccionados al azar, y de participantes que susciten sospechas (por ejemplo, después del escaneo previo a la etapa, si existe número anormalmente alto de cambios de bicicleta u otros incidentes recogidos por el Comisario de Video de la UCI).

Estos controles posteriores se llevarán a cabo empleando la tecnología móvil de rayos X (introducida por la UCI en 2018) o con tecnologías de transmisión y retrodispersión. Si es necesario, se desmontará la bicicleta en cuestión.

El comunicado explicó que la tecnología móvil de rayos X proporciona una imagen de alta resolución de una bicicleta completa en solo cinco minutos. Mientras tanto, la tecnología de retrodispersión y transmisión proporciona imágenes instantáneas de alta resolución del interior de las secciones examinadas que pueden transmitirse, de forma remota, directamente a los Comisarios de la UCI.

En la pasada edición del Tour de Francia, se realizaron un total de 1.008 controles de bicicletas y no se detectó ningún caso de fraude tecnológico. Aun así, la UCI insistió en que “se toma muy en serio” este asunto. “Nuestra gama de herramientas para luchar contra cualquier modo de engaño nos permite efectuar controles rápidos y efectivos. Esto es esencial para garantizar que las competiciones de ciclismo sean justas y para proteger la integridad del deporte y sus deportistas”, señaló Michael Rogers, jefe de Carreteras e Innovación de la UCI.

Medidas contra el covid

El director general del Tour de Francia, Christian Prudhomme, recomendó a los ciclistas este jueves, en la víspera del inicio de la carrera en Copenhague, que eviten efectuarse selfis o firmar autógrafos con los aficionados para evitar riesgos de contagiarse de la covid-19.

“El mensaje que hemos pasado a los corredores es el de rechazar los selfis y los autógrafos. No nos podíamos imaginar esto hace un mes, pero es así, hay que vivir con ello”, declaró el director del Tour en referencia al aumento significativo de contagios en toda Europa en las últimas semanas.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) actualizó a comienzos de esta semana el protocolo anticovid y media docena de corredores que debían tomar la salida en la capital danesa, han dado positivo y han sido sustituidos.

Según el comunicado de UCI, este protocolo de salud fue elaborado por un grupo de dirección bajo la responsabilidad del Director Médico del organismo, Xavier Bigard, y compuesto por representantes de corredores, equipos, médicos de equipo y organizadores.

Los cambios anunciados este martes en el protocolo, que había sido actualizado por última vez el 24 de enero de 2022, afectan principalmente a las grandes vueltas y responden a la necesidad de reforzar la vigilancia médica del pelotón, personal de los equipos y oficiales ante una situación epidemiológica “cambiante caracterizada por un aumento en el número de casos positivos de la covid-19 reportados recientemente”.

“La Vuelta a Suiza ha sido un serio aviso para los equipos cuando, para sorpresa generalizada, una treintena de ciclistas tuvo que volverse a casa. Sabiendo que el Tour de Francia es esencial para ellos, los equipos han apretado las clavijas”, según Prudhomme.