El esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) ha vuelto a dar un golpe sobre la mesa este jueves la etapa 6 del Tour de Francia, disputada entre Binche y Longwy sobre 220 kilómetros, y además vestirá ya el maillot amarillo de líder después de que Wout van Aert (Jumbo-Visma) intentara una hazaña en la escapada que lo dejó sin opciones de atacar.

Pogacar venía de dar un primer golpe en el pavé de la quinta etapa, donde sacó 13 segundos de diferencia sobre la mayoría de sus rivales por el título. Esta vez, en un final muy clasicómano de la etapa más larga de esta ronda gala, aplastó de nuevo al resto en un esprint que picaba hacia arriba.

Tras una jornada muy rápida marcada por la lucha por la fuga y con esa aventura inesperada de Van Aert, que cedería segundos en el remate, Pogacar se situó ya como líder de la clasificación general por delante de un Neilsson Powless (EF Education-EasyPost), que no será líder por la bonificación en meta para el esloveno, imparable en el arranque de Tour a pesar de no haberse vestido de amarillo hasta ahora.

Nairo Quintana (Arkéa Samsic), al igual que en los adoquines, tuvo una destacada actuación y fue uno de los grandes protagonistas de la jornada, la cual movió la general.

El pedalista boyacense terminó la fracción en el quinto lugar y registró el mismo tiempo de Pogacar. Asimismo, ascendió cerca de ocho posiciones en la clasificación individual y se ubica actualmente en el puesto número 11, sacándoles algunos segundos a duros rivales como Wout van Aert (Jumbo-Visma), Enric Mas (Movistar) y Guillaume Martin (Cofidis).

Al llegar a línea de meta, Nairo confesó que está teniendo buenas sensaciones en este Tour. Muestra de ello es que haya intentado seguirle el paso a un Tadej Pogacar al que pocos puede contrarrestar desde que deslumbró al mundo en la edición 2020, arrebatándole el título a Roglic en la penúltima etapa.

Cansado, pero contento

“Ha sido una etapa muy difícil, muy rápida. Nadie quería tirar y era posible que llegara la fuga”, dijo Nairo Quintana montado en el rodillo donde los ciclistas acostumbran a relajar las piernas después de una exigencia como la de este jueves.

El Cóndor manifestó a los medios de comunicación que cuenta “buenas sensaciones” y espera continuar muy cerca del objetivo de entrar al podio. Para Nairo será vital “que la suerte nos acompañe”, pero admite que su equipo, el Arkéa-Samsic, ha “hecho un gran trabajo”.

“Cuando las cosas se hacen bien todo parece que sale bien”, insistió el colombiano en declaraciones recogidas por el enviado especial de SEMANA en la Ruta.

Al respecto de Pogacar, a quien intentó seguir en el remate de la etapa, Nairo reconoce que no tiene rival en estas condiciones. “Su mejor defensa es el ataque. Sabemos que está un punto bien largo superior al resto”, dijo.

Por ahora, el balance del jefe de filas del Arkéa es positivo, esperando la llegada de la alta montaña este viernes en la Planche des Belles Files. “Han sido días muy tensos, muy difíciles por el tiempo, el pavé. Cada prueba es aún más difícil y con muchas trampas. La tensión es total para todo el mundo”, reconoció.

La motivación sigue intacta, demostrando que la edad no es un impedimento para plantar cara al talento joven del pelotón internacional. “La experiencia va dando todo, no estoy viejo, es la experiencia. Mi padre dice ‘los años serán los viejos, pero no los instrumentos’”, señaló.

Este viernes se dará la primera etapa con final en alto de la edición 109° del Tour, toda una cita marcada en el calendario de los directores como una oportunidad de descontar tiempo en la general.