La batalla entre Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) y Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) parece haber llegado a su fin este jueves con la victoria del danés y líder de la clasificación general en el Huautacam. El Jumbo ejecutó a la perfección su estrategia y ni siquiera necesitó aprovecharse de la caída del vigente campeón para sacar diferencias que hubieran sido aún más largas.

Cuando la pelea entre los dos ya estaba lanzada en el segundo puerto del día, Pogacar terminó en el suelo luego de perder el control de su bicicleta por culpa de la arenilla. Esa situación provocó un emotivo gesto de deportividad de Vingegaard, que frenó la marcha y esperó a su rival para debatirse encima de la bicicleta, como mandan los grandes campeones.

Luego de levantarse, Pogi se acercó hasta el capo del Jumbo y le dio la mano en señal de respeto por su decisión de esperarlo. A pesar de tener raspones en la pierna izquierda, el esloveno continuó dando batalla hasta que las fuerza se le acabó y sucumbió a un Vingegaard intratable que le sacó otro minuto más de diferencia y además se llevó el triunfo en la etapa 18.

Después de cruzar la meta y ante las cámaras de todo el mundo, el líder del UAE se acercó hasta el lugar donde se encontraba su colega y lo felicitó con un fuerte abrazo que quedó inmortalizado en las cámaras del Tour como una devolución de gentilezas por lo sucedido en la jornada y la intensa guerra por el maillot amarillo en estas tres semanas de competencia.

Respeto y admiración

Con el Tour prácticamente sentenciado, a Pogacar no le quedó más que reconocer las cualidades de su rival y felicitarlo por este título que espera recibir el próximo domingo en los Campos Elíseos si no sucede nada fuera de lo normal. “No hay mejor manera de perder un Tour de Francia que esta. Lo he dado todo hoy pensando en la general. Voy a acabar la carrera sin nada de lo que arrepentirme. Todavía queda una etapa que puedo ganar antes de llegar a París, y voy a tratar de conseguirla”, advirtió el esloveno.

El campeón de las últimas dos ediciones considera que “el Jumbo ha estado perfecto” y no tuvo ninguna opción de vencerlos. “En cuanto a hoy, en particular, ha ganado el mejor. Jonas estaba hoy más fuerte que yo”, admitió.

“Siento un gran respecto por Jonas Vingegaard, y creo que es mutuo. Cuando él decidió esperarme tras mi caída, estaba en buena situación para hacerlo porque había compañeros suyos tanto por delante como por detrás para ayudarle”, declaró el líder y virtual campeón de la clasificación de los jóvenes.

Vingegaard también reconoció la fortaleza de su adversario y agradeció a su equipo por haberlo apoyado de principio a fin, aún cuando el primer líder de su escuadra para este Tour era Primoz Roglic. “La etapa ha sido increíblemente dura y estoy feliz de haberla ganado. Tadej estaba fortísimo hoy. Sus ataques han sido muy potentes. En el descenso tomó mal una curva, pisó gravilla y la bici se quedó clavada en ella. Yo decidí esperarle”, apuntó a los medios oficiales de la carrera.

“¿Que si he ganado ya el Tour? No, la etapa de mañana puede ser peligrosa, y después tenemos una crono. Prefiero tomarme las cosas día a día y seguir concentrado en la carrera. Ya hablaremos de mi victoria en la general en un par de días”, manifestó Vingegaard.

Lo cierto es que el Jumbo ha dominado completamente las tres semanas de carrera. Además de la general, este jueves también tomaron el liderato de la montaña y sentenciaron el triunfo de Wout van Aert en la clasificación de los puntos, llevándose tres de las cuatro camisetas que están en disputa.