Un adagio popular del ciclismo dice que “la carretera pone a cada uno en su lugar” y durante este miércoles 13 sí que lo sintió el esloveno Tadej Pogacar. El pedalista del UAE Emirates Team, que hasta la fracción 11 parecía indestronable de cara cara a la obtención del título, por primera vez demostró que es más humano de lo que parece y perdió no solo el liderato, sino también su camiseta amarilla.
El ciclista Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) ha ganado este miércoles la undécima etapa del Tour de Francia, con salida en Albertville y llegada en la cima del Col de Granon tras 152 kilómetros, en una ascensión apoteósica en la que hizo sucumbir al hasta ahora líder Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), que le cede el amarillo al danés.
En una jornada en la que el Jumbo-Visma hizo aflorar su superioridad de grupo respecto al mermado UAE de Pogacar, las ganas del esloveno de responder a todos los ataques en el Galibier le pasaron factura en el duro Granon, un coloso que debería estar más presente a menudo en los Tour de Francia.
Con su victoria de etapa, tras dejar atrás al resto de favoritos y a los fugados, Jonas Vingegaard se erige como claro líder del Jumbo --Primoz Roglic atacó para desgastar a Pogacar pero sucumbió lejos de meta-- y como nuevo líder del Tour de Francia, con el francés Romain Bardet (Team DSM) segundo a 2:16 en la general provisional y Pogacar tercero a 2:22.
Los momentos cumbre de la etapa 11
Una vez el pelotón cruzó por el Col du Télégraphe, el equipo Jumbo-Visma decidió poner a prueba una estrategia que emocionó a los seguidores del ciclismo. A falta de 68 km para el final, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic se lanzaron con ataques certeros contra Tadej Pogacar, actual líder de la grande boucle.
Durante poco más de 15 kilómetros se presentaron siete ataques en el descenso del Col du Télégraphe y en los primeros kilómetros de ascenso del Col du Galibier-Souvenir Henri Desgrange, primero puesto de fuera de categoría.
Haciendo escalamientos y tomando turnos, Roglic y Vingegaard comenzaron a hacer ofensivas que fueron respondidas por Pogacar. Pese a estar solo en el grupo de cuatro ciclistas, en el que también estaba Geraint Thomas (Ineos), el líder del Tour no se permitió ceder espacios.
En total, Primoz Roglic efectuó cuatro ataques y Jonas Vingegaard ejecutó tres, pero ninguno le hizo daño a Tadej Pogacar y supo mantenerse fuerte.
Tales eran las buenas sensaciones del esloveno en gran parte del recorrido que no solo él sino también su equipo se atrevieron a hacer gestos de tranquilidad de cara a la última parte del recorrido. En un video registrado por la transmisión oficial de la carrera, el esloveno sonrió y con gestos graciosos se refirió a los ataques que habían pasados kilómetros antes en el trazado, a los cuales respondió con solidez por defender su camiseta amarilla.
Por su parte, la cuenta oficial del UAE Emirates Team puso un mensaje claro: “relajado”, refiriéndose a la alegría con la que hasta ese momento viajaba su jefe de filas. Lo que no esperaba Pogacar ni su equipo, fue lo que ocurrió unos instantes más adelante, en donde el esloveno pasó de la felicidad a la completa desesperación por no poder ascender de la manera más optima y dejar ir a Jonas Vingegaard y Nairo Quintana, quienes le sacaron diferencias mayúsculas, dejándolo en la cuerda floja por el título, tanto así que ya no es líder, aunque al finalizar dijo que tenía sed de venganza y peleará por recuperar el primer lugar.