No es muy común que el mandatario municipal de una ciudad intermedia sea reconocido en el nivel nacional. Sin embargo, eso fue lo que pasó entre 2003 y 2007 con la alcaldesa de Neiva, Cielo González Villa, que saltó a la palestra pública por obra y gracia de las acciones criminales de las Farc, que buscaron acabar con su vida en tres ocasiones. Todo comenzó en 2001, cuando se lanzó a la Asamblea de su departamento, en reemplazo de su hermano Carlos Julio, hoy senador de la República. La abogada externadista ganó con 20.000 sufragios, la mayor votación hasta la fecha. En 2003 González Villa ganó la Alcaldía de Neiva y los guerrilleros la recibieron con un fallido atentado con granada. Sin embargo, lo que la consolidó como objetivo militar fue su reacción ante el secuestro colectivo perpetrado en 2004. “Propuse bases militares en la zona y me solidaricé con la Seguridad Democrática. Fui dura y despreciativa con la guerrilla, porque es lo que siento”, asegura. En marzo de 2007 un atentado con carro bomba sacudió a Neiva y el gobierno nacional se vio obligado a redoblar su seguridad. Pero fue el ‘rocketazo’ contra su caravana en diciembre de ese mismo año lo que de verdad la aterrorizó, “se les desvió por un milímetro –dijo–. Hacerme algo a mi era un trofeo para ellos, era como decir ‘la seguridad democrática no sirve’”, dice. Desde mayo de 2008 González es la segunda a bordo en la Embajada de Colombia en Uruguay, país donde se convirtió en madre. González renunciará en enero y volverá a Colombia a reunirse con su esposo y a buscar la Gobernación del Huila, pues quiere seguir dando la batalla en un departamento que todavía tiene serios problemas de orden público.