"Se trata de la primera prueba concreta de que los microbicidas pueden impedir la contaminación por vía vaginal o rectal", le aseguró el profesor John Moore, coordinador de la investigación, a la revista Nature Medicine.Los científicos recurrieron a un anticuerpo monoclonal que tiene la propiedad de reconocer una proteína del virus y la capacidad de impedir que ésta se fije en las células.Sin embargo, el anticuerpo sería extremadamente costoso y no será el producto que se utilice finalmente. Pero los experimentos abren el camino a la utilización de otros inhibidores más baratos capaces también de impedir la entrada de virus a las células. El profesor Moore explicó que el objetivo es elaborar un microbicida práctico.El producto que crearían, tendría la ventaja, entre otras, de permitirle a las mujeres controlar por ellas mismas la seguridad de sus relaciones sexuales, sin tener que depender del hombre en cuanto a la utilización de preservativos.