Simón Mesa Soto nació en Medellín en 1986. Su carrera como director de cine parece reciente y, sin embargo, ya es un referente de la cinematografía nacional. En 2014, a sus 28 años, recibió el máximo galardón que se otorga en Cannes, la Palma de Oro, por su cortometraje Leidi, una historia que logra capturar la belleza y las vicisitudes de una madre adolescente que emprende la búsqueda del papá de su hijo, Alexis, por las laderas occidentales de Medellín.Ahora es el turno de Madre, que tiene como productor a Franco Lolli (director de Gente de bien). El corto tiene un gran mérito porque fue seleccionado entre 5008 trabajos enviados y, sobre todo, porque reivindica el hecho de que los grandes narradores son aquellos que de una trama sencilla hacen una gran historia.La película cuenta la historia de Andrea, una niña de 16 años que participa en un casting porno en el centro de Medellín y que encierra un reflexión sobre lo que hay detrás de las protagonistas de estos videos; una de las múltiples caras que tiene el abuso sexual infantil.Simón Mesa cuenta que después de ganar en Cannes hubo mucha presión y temor por descubrir su siguiente paso, pero gracias al reconocimiento que obtuvo le llegó esta propuesta de Momento Film, productora sueca.“Desde un principio –dice Mesa- fue un tema que me interesó porque lo conocía mucho. Sin embargo, necesitó una investigación larga y compleja por el tema, pornografía infantil en Medellín. Pensé en quiénes eran esas niñas detrás de esos videos y quiénes los ven”.Mesa, junto a Franco Lolli, hacen parte de una generación de cineastas colombianos que se alejan de la estética monotemática de la violencia y del narcotráfico. Y construyen a partir de una intensa exploración del personaje y lo acompañan en su intimidad.Una de los elementos en común de estos directores es su preferencia por los actores naturales que permiten retratar con naturalidad una situación en particular. Madre contó con dos directores de casting y más de 400 niñas que hicieron la prueba para convertirse en Andrea, la protagonista.Según Franco Lolli no querían hacer una denuncia, pero sí abordar el tema desde un punto vista respetuoso: “No queríamos caer en un tipo de cine de explotación, que va muy bien en los festivales y que implica violentar al espectador a través de temáticas muy duras. Nosotros queríamos hacer un corto sensible, más subjetivo que violento”.En la experiencia de trabajar juntos, Mesa y Lolli coinciden en que más que un mensaje, aspiraban “a mostrar algo que no se puede decir”.En esta ocasión Madre competirá por la Palma de Oro contra Il Silenzio de Farnoosh Samadi y Ali Asgari (Italia), Fight on a swedish beach de Simon Vahlne (Suecia), Sfarsitul lumii de Catalin Rotaru y Gabi Virginia Sarga (Rumania), Après Suzanne de Félix Moati (Francia), A moça que dançou com o diabo de João Paulo Miranda Maria (Brasil); Imago de Raymund Gutierrez (Filipinas); Timecode de Juanjo Gimenez (España); Dreamlands de Sara Dunlop (Reino Unido) y La laine sur le dos de Lotfi Achour (Túnez, Francia).Y mientras llega el 22 de mayo, el esperado día en que se presentarán los ganadores de la edición 69 del Festival de Cannes, Simón Mesa sigue concentrado en sus proyectos que involucran un largometraje. Entre tanto, Franco Lolli quiere terminar de escribir el guión de su segunda película que hablará sobre el papel de la mujer en una sociedad que puede llegar a ser condenatoria cuando alguien decide renunciar, de un momento a otro, al éxito laboral y a su vida tal como la conocía.
Simón Mesa (izq), primer colombiano en ser galardonado con la Palma de Oro en Cannes y Franco Lolli (der), productor de ‘Madre‘. Fotos: Sergio I. Rodriíguez 7 Archivo BOGOSHORTS.