La Guerra Fría no solo fue un periodo de tensión militar entre dos potencias enfrentadas por sus ideologías políticas y económicas, sino que fue una batalla sobre la representación. Además de competir sobre su infraestructura bélica, científica y tecnológica, los Estados Unidos y la Unión Soviética intentaron durante años —a través de estrategias narrativas y cada vez más refinadas técnicas de producción ficcional—, sedimentar su propio relato de realidad. En esa guerra sobre las imágenes, muchas veces el movimiento se dio a la inversa y fue la ficción la que produjo las bases simbólicas de las que luego bebieron las grandes hazañas científicas. Ese fue el caso de la llegada a la Luna, cuyo sueño y construcción visual había sido erigido con obsesión en la historia de la literatura y luego en el cine, años antes de la carrera espacial. Y sí: adelantándoseles a los Estados Unidos y sus astronautas, y la Unión Soviética y sus cosmonautas, varios personajes de ficción fueron los primero en pisar la Luna. Desde la Grecia de Luciano de Samósata, pasando por la Francia de Julio Verne y el Reino Unido de H. G. Wells, la cultura literaria occidental se ha fascinado con la posibilidad de dejar la Tierra y colonizar el universo, un remoto ideal que se concretó en últimas en 1969. En una transmisión nunca antes vista, el mundo presenció cómo la bandera de los Estados Unidos de América se erguía de forma triunfante, y al tiempo desafiante, sobre la superficie lunar. De forma simultánea, Neil Armstrong conversaba por teléfono (¡desde la luna!) con el entonces presidente norteamericano Richard Nixon, quien se encontraba en la Oficina Oval de la Casa Blanca presenciando cada momento por televisión. Le puede interesar: El cuento con el que Poe imaginó la llegada en globo a la Luna Ese día se materializó esa imagen que solo parecía posible en las historias de ficción. Y es que probablemente fue la ficción la que inspiró al hombre a viajar a ese lugar desconocido y lleno de mitos creados por sus aspiraciones, temores y añoranzas. Para conmemorar los cincuenta años de esa primera pisada, aquí una lista cronológica de algunas de las historias, tanto de la literatura como del cine, que labraron el grosor simbólico de la llegada del hombre a la Luna, antes de 1969. La Historia verdadera, de Luciano de Samóstata
El primer registro escrito de un viaje a la luna data del siglo II d.C. en un texto de Luciano de Samósata (125- aproximadamente 181 d.C). Samósata es considerado uno de los grandes autores de la Grecia posclásica. En su Historia verdadera o Relatos verídicos el autor narra un viaje a la luna, en donde se encuentran con posibles habitantes de este lugar desconocido. Se trata de la ficción más antigua conocida sobre el viaje al espacio, las formas de vida alienígenas y la guerra interplanetaria. Se le ha considerado "el primer texto conocido de lo que podría llamarse ciencia ficción". Las aventuras del barón de Münchhausen, de Rudolf Erich Raspe Rudolf Erich Raspe se dio a conocer por Las aventuras del barón de Münchhausen. El autor se inspiró en relatos del propio Barón, el noble Karl Friedrich Hieronymus, quien sirvió en el ejército ruso contra los turcos en 1760 y relataba de forma excepcional sus aventuras como soldado. Raspe no dudo en tomar de aquí su inspiración para narrar, de forma aún más extraordinaria, las hazañas del Barón, a quien, gracias a la imaginación, llevó a pasearse por la luna. De la Tierra a la Luna, de Julio Verne
Probablemente uno de los libros más famosos que relata un viaje al espacio es De la Tierra a la Luna, del escritor francés Julio Verne. El libro fue escrito en 1865 y llevado al cine en 1958. El éxito de esta novela fue tal que Verne no dudo en escribir un segundo relato sobre el espacio, y en 1870 publicó Alrededor de la Luna. En el primero, a un grupo de personas les es asignada la compleja tarea de construir un cohete no tripulado que viaje al espacio, pero a última hora deciden que allí debería viajar uno de ellos. En la segunda, el viaje se hace realidad para tres aventureros quienes viajan al espacio, pero que cuyo cohete, por fuerzas de la naturaleza, es sacado del curso trazado para llevarlos a ver la luna desde un nuevo punto de vista. “Lo que un hombre puede imaginar, otro, algún día, lo podrá hacer realidad” se lee en la Enciclopedia Britannica sobre Julio Verne, una descripción que caza muy bien en esa delgada línea entre imaginación y realidad. Ambas novelas de Julio Verne fueron de gran inspiración para futuros científicos y cineastas que, al igual que él, soñaron con la posibilidad de viajar al espacio. Los textos de Tsiolkovski El ruso Konstantín Eduárdovich Tsiolkovski (1857 - 1935) fue uno de los grandes pioneros de la aeronáutica espacial y es considerado uno de los primeros en pensar de forma científica la posibilidad de construir cohetes y de llevar al hombre al espacio. Su gran inspiración fueron las novelas de Julio Verne, que lo llevaron incluso a escribir algunos textos de ciencia ficción. Algunos afirman que fue él quien inventó el cohete espacial, pero que Tsiolkovski se adelantó a la tecnología requerida por lo que se quedó sobre el papel. Una de sus célebres frases es “la Tierra es la cuna de la humanidad, pero uno no puede vivir en la cuna para siempre”. Los primeros hombres en la Luna, de H. G. Wells
En una lista de novelas de ciencia ficción previas al cine hay un nombre ineludible: H. G. Wells. El escritor británico publicó en 1901 Los primeros hombres en la Luna. Y es que fueron precisamente él y Verne quienes sentaron las bases de la imaginación literaria sobre el espacio y que modelaron la imaginación que sirvió de insumo para que el hombre hiciera su hazaña en 1969. En esta novela, Wells relata el viaje de un empresario y un científico con dirección a la luna, donde se encuentran con una población de extraterrestres. Para algunos críticos, la novela está llena de críticas políticas, especialmente hacia el imperialismo inglés. Viaje a la luna, de George Méliès
No pasó mucho tiempo para que la ciencia ficción llegará al cine. Pocos años después de que los hermanos Lumière inventaran el cinematógrafo, George Méliès lanzó en 1902 lo que es considerada por algunos la primera película de ciencia ficción: Viaje a la luna. Méliès tuvo como inspiración las novelas de Verne y de Wells para crear esta narrativa de 12 minutos donde un grupo de personas viajan en un cohete de la tierra a la luna, para explorar la superficie lunar en un sorpresivo encuentro con sus habitantes. La mujer en la luna, de Fritz Lang
En 1929, con una tecnología más avanzada en el cine, el alemán Fritz Lang produjo la película fundacional de la ciencia ficción moderna: La mujer en la luna. El guion fue escrito por Thea von Harbour e incorporó una gran novedad: la cuenta regresiva para lanzar el cohete que llevaría a la tripulación a la luna, un elemento adoptado por la NASA años después. La película fue prohibida en Alemania hasta después de la Segunda Guerra Mundial, pues, según el ejército nazi, el cohete de la película tenía serias similitudes con un proyecto secreto. Esto último probablemente se dio a que Hermann Julius Oberth, científico y considerado otro de los padres de la ingeniería espacial, fue asesor de la película. Viaje cósmico, de Vasili Zhuravlyov
Viaje cósmico, de 1936, fue otra de las películas que tuvo una fuerte influencia y asesoría científica, en esta ocasión por el ya nombrado científico ruso Konstantín Tsiolkovski y dirigida por Vasili Zhuravlyov. La película fue producida en la Rusia comunista poco antes de la Segunda Guerra Mundial. La historia se centra en el futuro próximo, el año 1946, en el cual se lleva a cabo una expedición hacia la luna. Según algunos críticos, Viaje cósmico es una de las películas previas a 1960 con mayor detalle desde el punto de vista científico. Con destino a la Luna, de Irving Pichel
Con destino a la Luna, de Irving Pichel, se estrenó en 1950 y registra de forma detallada y cronológica un posible viaje a la luna. Isaac Asimov, el escritor y químico, comentó que podría ser la primera película de ciencia ficción hecha inteligentemente, probablemente por la forma de narrar los posibles problemas enfrentados por quienes viajan a la luna. La película se basa en la novela escrita por Robert A. Heinlein, quien además de escritor de ciencia ficción, fue ingeniero aeronáutico, lo que le pudo dar un mayor realismo a la realización de la película. En 1951 se ganó el premio Óscar a Mejores efectos. Cuenta atrás, de Robert Altman
Cuenta atrás, dirigida por Robert Altman, muestra la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos. En la película, la NASA, quien se da cuenta que los rusos están cerca de enviar al primer hombre a la luna, hacen todo lo posible por ganar esta carrera y deciden enviar a uno de tres candidatos. El elegido deberá sobrevivir en el espacio hasta la llegada de Apolo, quien tendrá la misión de rescatarlo y regresarlo a la tierra. 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick
Considerada un obra maestra y la cual cierra esta lista, es 2001: Odisea del espacio, del director Stanley Kubrick, presentada en 1968. La imaginería visual y la magistral forma como el director logra recrear la luna es una de las grandes características de este largometraje. La historia, ubicada en un futuro en el cual las máquinas toman decisiones de forma independiente, puede verse hoy en día cada vez más cercano, en un momento donde se busca imprimirle a algunos robots características humanas. * * * Esta es apenas una breve selección; varias historias importantes por fuera de esta lista, pero es imposible incluirlas todas. En este aniversario, es necesario recordar que es incierto por qué Rusia no logró enviar al primer hombre a la luna, teniendo en cuenta que fue la Unión Soviética quien logró poner al primer satélite en órbita (Sputnik, en 1957), y al primer perro (Laika) solo un mes después, seguido por Yuri Gagarin, el primer hombre en viajar al espacio en 1961, quien le dio paso a Valentina Tereshkova, quien a sus 26 años, fue la primera mujer en ver la tierra desde el espacio en 1963. Este año, la NASA confirmó que en el 2024, la misión llamada Artemisa, quien en la mitología griega es la hermana gemela de Apolo, viajará la primera mujer a la luna. Esto se da en una de las pruebas que realiza la NASA en su búsqueda de enviar naves tripuladas a Marte. Lea también: “Los caballos de la luna tienen sólo tres piernas”: 9 poemas a la luna