Andrea Vázquez dedicó un par de años de su vida a perseguir incendios forestales en nombre del arte. Ella es la productora de la película Lo que arde (2019), dirigida por Óliver Laxe. Esta obra de ficción busca retratar lo esencial de la vida rural desde la historia de un pirómano recién salido de prisión. Para ello se valió de incendios forestales reales, involucró actores naturales y fue grabada en lengua gallega. Todos estos detalles la hicieron merecedora del premio del jurado en Cannes y dos premios Goya.A propósito de los talleres virtuales y gratuitos sobre cine e ilustración que serán ofrecidos del 1 al 6 de junio por la Embajada de España en Colombia, ARCADIA habló con la productora sobre su experiencia durante el rodaje de esta película y lo que quiere dejar en los asistentes a los dos talleres que ofrecerá: producción cinematográfica artesanal y cine para jóvenes.
Antes de Lo que arde, Andrea Vázquez se dedicaba a su productora de videos para museos. Este fue el primer largometraje que produjo. Foto: cortesía.‘Unha película para o corazón‘La lengua gallega está emparentada con el portugués y tiene más de tres millones de hablantes, localizados principalmente en la comunidad española de Galicia. Según Andrea, que es de la ciudad gallega de Vigo, “Galicia es una región en España que sigue siendo muy rural, sigue teniendo un anclaje fuerte con el mundo rural y en ese mundo prácticamente se habla en gallego”. Por ese motivo no se plantearon grabar Lo que arde (en gallego, O que arde) en una lengua diferente. El equipo decidió presentarla con subtítulos tanto en España como en todos los escenarios donde fue exhibida, tanto comerciales como especializados. Aunque esto no representa un problema en circuitos internacionales, Andrea cuenta que en España es una costumbre doblar las películas al español, incluso si la lengua original de la película también se habla en ese país. De todas maneras, ella siente que “tener un estreno en el Festival de Cannes en gallego o que se estuviera viendo en las salas de Madrid, Barcelona o Bogotá sí es una manera de abrir miradas y oídos a nuevas cosas”.Ellos confiaban en que la película sería bien recibida por los espectadores de circuito, “pero teníamos nuestras dudas con el público más general; sobre cómo iba a ser recibida en los cines”. Sin embargo, Lo que arde es ahora la película gallega más vista y más taquillera de la historia. Andrea cuenta con satisfacción que toda Galicia fue a verla en masa, con buses rentados y todo: “Venía gente que nos contaba que hacía treinta años no iba al cine y volvió para ver esta película, porque hablaba en su lengua, porque hablaba de las cosas que le importaban y de las cosas que sentía”.Andrea cree que la película fue bien acogida en el plano internacional porque, según ella, los entornos rurales en el mundo tienen muchos elementos en común y las personas se sienten conmovidas cuando los encuentran: “La gente decía que veía a su abuela en Benedicta [Sánchez], o recordaba la casa familiar con su cocina de leña. Hay cosas que tienen que ver con lo más rural, con lo más local, que son universales en todos los países. Creo que ahí ha conectado muy bien la película con todo el público”.
La película ganó dos premios Goya: uno a la mejor actriz revelación (Benedicta Sánchez) y otro a la mejor dirección de fotografía (Mauro Herce).A prueba de fuegoAndrea tiene una productora de contenido audiovisual para museos, pero nunca había producido un largometraje. El director gallego-francés Oliver Laxe la invitó a producir una película mediana alrededor de la tragedia de los incendios forestales en Galicia. Ella aceptó el reto porque “me pareció que era viable hacerlo, que era una posibilidad de aprendizaje”. No se imaginaba en ese momento que Lo que arde crecería para convertirse en una coproducción de tres países. Tampoco se imaginó a sí misma en la situación de desear que apareciera un incendio.Las escenas con fuego se grabaron en incendios forestales reales. Los del equipo de producción, luego de tomar un curso de bombero forestal, esperaron noches enteras en las carreteras del sur de Galicia hasta que el radio les avisara de un incendio. Cuando ocurría, llegaban hasta el lugar con una camioneta 4x4 y se disponían a grabar, sorteando los desniveles, las altas temperaturas, el monte espeso y el ambiente de emergencia. Cuando no ocurría, los sobrecostos de tener al equipo en guardia y sin grabar provocaban “esta extraña sensación de desear algo que es malo, como que empiece un incendio. Te sentías una mala persona, pero era necesario”.Las cacerías nocturnas de esos meses dejaron escenas con una gran riqueza visual —que le hicieron ganar el Goya a la Mejor Dirección de Fotografía a Mauro Herce— y muchas lecciones sobre adaptar el trabajo creativo a lo impredecible: “Este tipo de cine, a diferencia de la ficción convencional, no trabaja con guiones cerrados. De alguna manera te dejas sorprender y estás abierto a lo que la vida te puede traer”.
Cine fuera del moldeAndrea hizo suyo un concepto del director de la película: ver las películas con la piel. Él considera que no todo en el cine necesita respuestas racionales y que la tarea del cineasta es hacer que el espectador perciba más con los sentidos y menos con la lógica. Esta productora espera transmitir ese espíritu entre las personas que asistan a los talleres. En el taller de producción cinematográfica artesanal, que se dictará el martes 2 de junio, quiere mostrar que “hay otras maneras de hacer, que hay otros tipos de cinematografías distintas a este cine que impera, de corte más hollywoodiense que llega a todos lados”.Hay un segundo taller, especial para adolescentes interesados en iniciarse en el mundo del cine, que tendrá lugar el próximo jueves 4 de junio. En este buscará probar que “para hacer una película o para dar los primeros pasos en el cine no hace falta tener una historia enorme, con una trama enrevesada, grandes medios o mucho dinero. Lo más importante es partir de uno mismo, de crecer como persona con la película y mirar lo que tienes alrededor”.Los otros invitados especiales de estos talleres de la Embajada de España son el director Benito Zambrano y el ilustrador Fermín Solís. Para participar en ellos, solo debe inscribirse a través de este enlace.La celebración de la Mostra de Venecia es una señal "positiva" para el cine‘Cinemateca virtual‘: cine colombiano de calidad a 5.000 pesos