Hace dos semanas se estrenó Avatar: El camino del agua, la secuela de la película estrenada en 2009, y su gran producción audiovisual e increíbles efectos especiales llamaron la atención de los amantes del cine.
Solo en Estados Unidos y Canadá, el largometraje sumó 253′681.686 millones de dólares, liderando la taquilla por segunda semana consecutiva, según el portal Box Office Mojo. Pero la cifra más sorpresiva es la que registra a nivel mundial. El film, que narra todo lo que acontece en el mundo de Pandora, alcanzó los 881′381.686 de dólares y seguramente logrará sobrepasar la barrera de los mil millones de dólares. Esto ya la ubica como la quinta película más vista de este año, superando varias expectativas.
Eso sí, la prensa especializada en el mundo del cine y el entretenimiento predice que no alcanzará lo recaudado por Top Gun: Maverick, protagonizada por Tom Cruise y que en 2022 sumó en todo el mundo 1.488′732.821 millones de dólares, convirtiéndose en la película más vista en lo corrido del año.
Avatar: El camino del agua toma más de tres horas, pero las justifica. El director canadiense, que ya tenía T2 y Aliens, encima; se ratifica el rey de la secuela, magnificando su guion desde la creación visual de esta luna a la que los humanos regresan con ánimos depredadores.
La tecnología es de punta. Las texturas lucen bien logradas, y especialmente se destaca la acción e interacción de los personajes y las varias bestias, de bosque, de aire, de agua, con los ambientes alucinantes del agua. Es la poesía visual de la película.
Entre los avances asociados a las películas, y a las exploraciones oceánicas de Cameron, se destaca una cámara que filma sin necesidad de protección y entrega una definición inédita. En la pantalla lo refleja. Se ve precioso.
Esta película propone una experiencia única en el teatro, en su totalidad masiva y en su tonalidad subacuática. Cameron revivió el 3D para hacerlo valer desde su proeza en ubicar y mover la cámara y la escala de lo que arroja a los ojos.
En estos 190 minutos, se vuelve por un rato a los bosques de Pandora, más vivos y coloridamente frondosos que nunca, pero se habita el agua. Esto pues, ante presiones externas, Sully y su familia dejan su hogar y emigran a las islas, donde habitan otras tribus con otras costumbres y códigos que tendrán que asimilar para sobrevivir.
Y entre la familia extendida y las tribus, nuevos personajes se aprecian y su unen a los principales, Jake y Neytiri, en interpretación de Sam Worthington y Zoe Saldaña. Entre estos, Ronal, la matrona embarazada y guerrera que interpreta Kate Winslet. Los jóvenes, que van desde la niña Tuk, pasando por adolescentes Neteyam, Lo’ak y la joven Kiri, que interpreta Sigourney Weaver, suman su parte clave en sus dinámicas de hermanos, en sus arrebatos entre irresponsables y valientes.
Sin lugar a dudas, la segunda parte de Avatar hace que quienes aman el cine, deseen volver a una sala, para disfrutar de un espectáculo sin igual, cargado de acción y grandes escenas generadas por computador.