La rutina era semanal. Reunir los mil o mil quinientos pesos de rigor. Comprar maíz inflable marca TOT. Después… acudir al videoclub, que bien podía ser Betatonio, Videomaster o cualquier otro establecimiento de barrio, para combatir los tedios de sábado o domingo con uno o varios largometrajes en formato Betamax.Los distribuían casas con nombres legendarios, estilo Kyron Home Video o Cinevideo. Sus logos evocaban superhéroes y especies mitológicas. Una tenía de emblema un centauro. La otra, un pacman elevado sobre el cosmos y atravesado por un rayo, a lo escudo de superhéroe. Ambas comenzaron a hacerse populares hacia la segunda mitad de los 80, cuando la exigencia de ‘sólo originales’ se volvió norma y los demás negocios de esta índole, dedicados a regrabar y a la piratería consentida, tuvieron que cerrar.Las videotiendas eran espacios singulares. Con sus anaqueles rebosantes de cajas vacías. Con sus ficheros y listas de afiliados y ‘amparados’. Con sus rebobinadores automáticos. Con sus biombos conducentes a cuartos especiales destinados a material ‘para adultos’ y sus requisitos exagerados de inscripción. Con sus carnés, sus tiqueteras y sus promociones especiales. Con sus multas y sus políticas de castigo para morosos, o en caso de que la cinta se viera estropeada.Como un tributo a estos extintos lugares de la Colombia pasada, aniquilados a manos de Blockbuster, del DVD grabable y del infame Netflix, aquí va un listado de algunas de aquellas películas icónicas a las que bien podríamos llamar ‘éxitos de Betatonio’. No son, por supuesto, piezas majestuosas, ni mucho menos dignas de un sitial al lado de El ciudadano Kane, Casablanca, El ladrón de bicicletas o China Town. En su mayoría se trata de gringadas de la peor estofa, que no obstante formaron nuestra cultura cinematográfica, aun cuando fuera por ósmosis u oposición. Aquí vamos…Súper secreto (Top Secret), 1984: También conocida entre los legos como ‘la de la vaca’, debido a la hembra bobina equipada con botas que figura en su afiche. La oportunidad de ver a Val Kilmer en su primer rol de rockstar, aunque, eso sí, mucho menos solemne y pretencioso que el de Morrison en The Doors. En medio de una trama bélica y de intrigas detectivescas de mitad de siglo dirigida por David Zucker, su protagonista da vida a Nick Rivers, un músico a la manera de los 50, quien por casualidad termina metido en una fuerza insurgente. Un buen comienzo para esta comedia del absurdo, con el mismo espíritu de Y dónde está el piloto (Airport) o Dónde está el policía (Naked Gun), esta última también incluida dentro de la selección en curso. Por alguna razón Top Secret lideró las listas de popularidad en videotiendas durante años enteros. https://bit.ly/2cO6TTOHolocausto caníbal: Llamativa por la fotografía gore que la identificaba, con cierta nativa amazona trinchada en un estaca, cual si fuera pincho, esta curiosa pieza justifica su inclusión dentro del presente cuadro de honor por tratarse de la única cuota colombiana en el compendio, al menos en cuanto a locaciones. Su director fue el italiano Ruggero Deodato. Relata la historia de unos extranjeros en manos de caníbales domiciliados en la Amazonía colombiana. En la misma línea de realizaciones con fondos selváticos todavía más discretas e igualmente dignas de ser vistas, como Capax del Amazonas, que hasta donde entiendo nunca estuvo disponible en formato Betamax, constituye un clásico infaltable de videotienda. Si bien acusa cierta manufactura discreta, por entonces al verla nos creíamos transgresores. https://bit.ly/2cNn9FRLocademia de Policía (Police Academy) (1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989): Quien de preadolescente o adolescente en los 80 no haya visto cuanto menos una de las innumerables partes de esta saga, acusa serios vacíos en su formación. Las aventuras, más bien idiotas, de un grupo de agentes (instructores y novatos) en una escuela para uniformados. Las antológicas demencias de Carey Mahoney, el comandante Lassard y de los canallas Mauser y Proctor fueron sin duda un plato infaltable en todo menú de videotienda durante los 80, aderezado con el picante, un tanto ordinario y predecible de sus chistes, y con la buena selección de comediantes que conforman su casting. De no ser por los ‘alquileres de películas’, muchos menores de 12 no habríamos podido verla, sino hasta bien entrada la década. De todas formas hace reír. El enlace apunta a la primera entrega de esta ‘sexalogía’. https://bit.ly/2cCjshY¿Y dónde está el Policía? (Naked Gun) (1988, 1991, 1994) El hace no mucho fallecido y en extremo gracioso Leslie Nielsen en su rol del sargento Frank Drebin. Priscilla Presley, en el de Jane, y George Kennedy en el de Ed Hocken. Naked Gun es una suerte de derivación de una anterior serie televisiva de los 70 conocida como Police Squad. Como a su antecesora, la dirige el ya mencionado David Zucker. Difícil no sonreír ante el natural encanto de su protagonista. Por otro lado, constituye una de las oportunidades finales de contemplar a O.J. Simpson antes de hacerse reo, en su rol del versátil y dulce Nordberg. Aquí el vínculo a su parte I… https://bit.ly/2cLspG7Juegos de guerra (War Games) (1983) Mi favorita y la más seria entre las elegidas. Con Matthew Broderick, ícono generacional por excelencia para quienes hoy bordeamos los confines de la mediana edad, y bajo la dirección de John Badham, War Games da una mirada al pánico latente de entonces a una guerra fría y al evidente deslumbramiento, tan cargado de ingenuidades, que aún nos generaba la tecnología. Después de conseguir infiltrarse en las redes informáticas de su escuela y alterar sus calificaciones, David Lightman ingresa por error a un controlador termonuclear, con lo que pone en riesgo el destino de la humanidad entera. Es más apocalíptico al verlo que al resumirlo… https://bit.ly/2c8I5YhLa lista termina y el espacio también, pero no quiero despedirme sin antes recomendarles algunos otros clásicos de videotienda, que van desde la inofensiva Neverending Story hasta la morbosa Zapped!, sin olvidar la insufrible Invasores de Marte o la libidinosa Ginger en las rocas (que por cierto nunca vi, pero que entre los entusiastas del género erótico hizo delicias). ¡Buena suerte!