‘Feliz cumpleaños‘ trata el tema de la familia de una manera muy francesa pero, a la vez, absolutamente universal, ¿qué lo inspiró? Evidentemente partí de mi familia, y quería hablar de este tema importante que es la patología de alguien enfermo en la familia. No solo eso, quería llegar a un punto en el que no se supiera si es Claire quien está loca, o si todo el resto perdió la cabeza. Maneja un tema delicado con un tono que fluctúa entre el drama y la comedia, ¿cómo lo decidió? Para mí era obligatorio contarlo de esta manera, no podía tratar esta historia desde la tragedia y me era importante tratar de reir con el tema porque, yo, personalmente, he vivido episodios bien divertidos alrededor de la locura y quería mostrar que el humor y la fantasía son, en cierta medida, una ruta de supervivencia para estos personajes.
Tiene en su reparto a una actriz de tremendo recorrido como Catherine Deneuve -la madre- y su hija cLaire interpretada por Emmanuelle Bercot, ¿cómo fue al experiencia en el rodaje? Para mí, anoto, es novedad haber escrito por primera vez una película con mujeres en el primer plano de importancia, un filme de actrices. En ese orden de ideas quería talentos de poder, que pudieran transmitir esa fuerza trágica y cómica. Sobre el rodaje, fue realmente sencillo, como si cada quien se hubiera adentrado en su rol tanto que llegamos al punto de parecernos a una familia real. "Otros toman una fotografía para recordar algo, nosotros lo recreamos con música": Digitalism habla con ARCADIA The Classics 2019: una programación irresistible Además, en esta cinta usted dirige y actúa, en el rol de Vincent... Eso, sin duda, le da un aire muy particular al rodaje. Representó estar en el terreno de juego, con los actores, como el director técnico que juega. Daba una impresión de que no había un ‘jefe‘ definido e hizo el proceso más peculiar. ¿Existe algun eje temático que una sus películas? Esta es mi décimo primera producción y a menudo abordo el tema de la marginalidad, de la dificultad de encontrar un lugar. En este caso se trata de la marginalidad en la familia, en otros se trata de la marginalidad en la sociedad, o problemas de adicción y fragilidad psicológica. Pero es cierto que me interesan los personajes que están algo por fuera de lo normal. Para quienes no han visto su trabajo, ¿qué películas recomendaría de su filmografía? Es difícil escoger, es como escoger entre los hijos... Lo sé... Bueno. Empezaría con Roberto Succo, creo que es la más importante. Cuenta la historia de un criminal italiano, una historia real sobre un personaje extraordinario, y da buena cuenta de mi trabajo. Otro sería Vie Sauvage, inspirada en una historia muy famosa en Francia, sobre un padre que va a vivir con sus hijos, aislados de todo durante 11 años. Y he hecho adaptaciones, y cosas bien distintas... Y claro, este, el más reciente, ese siempre es el mejor, ¿no? ¿Qué cineasta recomienda siempre? Aprecio mucho a Terrence Malick, es un poeta. A partir de la imagen hace sentir su visión del mundo, y creo que en ese esfuerzo está la esencia del cine. Estos tiempos están marcados por combates entre Spielberg y Netflix, entre Scorsese y Marvel, ¿se enfrasca usted en estas peleas o cree que el terreno es suficientemente amplio para todas las opciones? En Francia tenemos nuestras propias luchas, quizás un poco más pequeñas. Estamos menos conectados a la gran industria mundial, pero el combate constante en este país se libra entre el cine de autor y el cine comercial. Y bueno, toca defender, luchar para mantener el espacio ganado en las salas y en la mente del espectador, en la prensa y el dinero. Yo creo que, de todas formas, la solución es hacer buenas películas. ¿Hay temas urgentes en el cine para estos momentos turbulentos? No, o bueno... me pone a pensar ese tema. Porque creo que el cine debe ser testigo de su época pero, a la vez, no puede jugar el rol de los periódicos de actualidad. Debe partir de una dimensión filosófica y existencial, y para esto, exige tomarse un tiempo. Creo que la ficción permite contar las historias, las historias y la gente, de una forma distinta. A veces hay que tomarse el tiempo para hablar de los problemas del mundo. El cine, en resumen, es el tiempo corto y el tiempo largo a la vez. No puede quedarse en el tiempo corto. Y se puede contar algo de hoy, pero también algo que una persona pueda ver en 20, 30 años, y eso le dará la idea de ese mundo. ¿Es parte del cine de autor tomarse ese tiempo? Creo que es el rol de la ficción. De los libros, el cine, la ficción nos debe ayudar a reflexionar, a ver el mundo desde perspectivas distintas. Al menos eso es lo que yo busco y espero, cuando leo, cuando veo un filme. Hablando de libros, ¿qué lee estos días? Karoo, de Steve Tesich, un libro estadounidense publicado en 1998, de culto, que me fascinó. Solo escribió un libro. ¿Tiene en el radar algo de la realidad suramericana? Muy poco, la verdad. Jamás he ido, y no he visto mucho cine exceptuando unas películas argentinas. Más allá de las artes, sé que la situación política en Brasil es delicada. ¿Cómo describiría usted la situación actual de Francia en términos socio-políticos? Diría que reina la incertidumbre. Es un país que da la impresión de ir bien aún pero también de estar rodeado de países que la pasan mal. Europa es frágil, y la situación social en Francia igual, mucha gente sufre de pobreza, de inseguridad. El momento es extraño, la política incluso ha cambiado. Es difícil ver el panorama a largo plazo. ‘Lapü‘, la película colombiana que retrata el significado de los sueños para los wayúu Entre más cine hace, ¿mejora? No lo veo así. Lo veo como un camino. En cada película tomo nuevos riesgos, progreso. Lo importante es mantenerse haciendo, con las ganas de crear y creando. No miro hacia atrás. Sobre su camino, qué producciones lo llevaron al cine. Creo que las películas de Maurice Pialat, y ‘Taxi Driver‘. Qué se nos queda por decir de ‘Feliz cumpleaños‘... Solo añadir que es una cinta cómica y trágica, ese era su cometido, hacer reír tocando un tema profundo e importante.