Las películas colombianas recibieron una cantidad inédita de galardones, tanto individuales como colectivos, en el transcurso de 2015. No solo participaron y ganaron premios en algunos de los principales festivales del circuito internacional, sino también en los pequeños y en los marginales. Desde la alfombra roja de Cannes hasta la franja gay del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (México), el cine nacional se consolidó por primera vez como potencia.Después de un año que vio el estreno de 36 largometrajes locales, ya se sienten lejanos los primeros años del siglo, cuando se entrenaban en promedio dos cintas nacionales. Todo empezó en Sundance
Una imagen de la protagonista de ‘Que viva la música‘, interpretada por Paulina Dávila. La ola despuntó hacia finales de enero, en Sundance, donde se proyectó en la selección oficial el cuarto largometraje de Carlos Moreno, Que viva la música, inspirado en la novela homónima del escritor caleño Andrés Caicedo. Poco después, la película Los hongos, dirigida por Óscar Ruiz Navia, recibió el Dioraphte Award –entregado por el público– en la sección Bright Future del Festival de Rotterdam. Por esas fechas, además, una serie de coproducciones internacionales confirmaron el buen momento del cine nacional: No todo es vigilia se llevó una Mención Especial en Palm Springs mientras que NN, Refugiado, Mateo y Los hongos compitieron en el Festival de Cine de Gotemburgo.La hora de Berlín
La segunda historia de ‘Violencia‘ se centra en el escándalo de los falsos positivos. Febrero, en cambio, contó con solo un protagonista: la ópera prima de Jorge Forero, Violencia, un tríptico del conflicto armado del país. La película del bogotano se estrenó en la Berlinale, en la sección Forum, dedicada a obras de cine arte.Aunque no recibió ningún galardón, sí inició su camino por un puñado de festivales: en junio participó en la Competencia Internacional de Curitiba; en septiembre inauguró el Festival de Cine de Split, en Croacia; un mes después compitió en la sección Panorama del Festival du Noveau Cinema de Montreal; y en noviembre estuvo presente de Toronto y Huelva, donde ganó la Carabela de Plata a Mejor Largometraje en la sección dedicada a nuevos realizadores.Más y más festivales En marzo llegó el primer galardón que resonó en los medios: Juan Carlos Gil se llevó el premio a Mejor Fotografía Iberoamericana en Guadalajara por su trabajo en Que viva la música. En ese festival participaron otras producciones nacionales, como Las tetas de mi madre y NN, así como los documentales No todo es vigilia, Persiguiendo al dragón y 72 horas de vida. Incluso hubo espacio para una coproducción entre Senegal y Colombia: Los Balantas: Cinco siglos en la historia de una familia afrocolombiana, de Lucas Fabricio Silva.Ese mes también se realizó el estreno norteamericano del documental de Nicolás Macario Monte adentro en el SXSW Film Festival de Austin, Texas, así como el reconocido Festival de Cine Documental Cinéma du Réel, donde se proyectaron Un asunto de tierras de Patricia Ayala Ruiz y Noche herida de Nicolás Rincón Gillé. En el MIFF de Miami se pudo ver Todos se van, la más reciente película de Sergio Cabrera, mientras que en la sección de producciones eróticas de Friburgo compitió Señoritas, de Lina Rodríguez.La hora de Cannes
‘La tierra y la sombra‘ recibió cuatro premios en Cannes.Cuando se anunció los participantes del festival más importante del mundo, sorprendió la inclusión de tres películas colombianas: Alias María, de José Luis Rugeles, competiría en la sección Una cierta mirada; El abrazo de la serpiente, la nueva película de Ciro Guerra, en la Quincena de realizadores; y La tierra y la sombra, la ópera prima de César Acevedo, un caleño desconocido de 28 años, en La semana de la crítica. La cinta del joven director vallecaucano fue la gran sorpresa del evento llevándose un total de cuatro premios, incluida la Cámara de Oro, y la de Guerra recibió el Art Cinema Award.Poco después, en la primera edición del Festival de Cine de Tigre, la cinta Ella ganó Mejor Película, mientras que su protagonista, Humberto Arango, Mejor Actor.En junio, los tres largos que participaron en Cannes volvieron a Europa para competir en Múnich, además de No todo es vigilia, en la sección de Películas Internacionales Independientes. Pero quizá la mejor noticia de ese mes vino de Francia, donde la serie Sabogal se convirtió en la primera película en competir en el histórico Festival de Cine de Animación de Annecy. En la selección fuera de competencia estuvo Desterrada de Diego Guerra.A partir de sus participaciones en Cannes, El abrazo de la serpiente y La tierra y la sombra cosecharon un sinfín de nominaciones y premios alrededor del mundo. Mientras que la primera se llevó galardones en Armenia, Ucrania, Cuba y los Premios Fénix, además de una pre-nominación a los Oscar, la segunda triunfó en Lima, San Sebastián, Polonia, India, Grecia y Eslovaquia. Las dos, además, participaron en por lo menos una docena de festivales. Alias María, por su lado, recibió el Premio Carmel como Mejor Película en Haifa, y participó en Lima, Biarritz, Helsinki y Morelia.
‘El abrazo de la serpiente‘ acompaña a dos botánicos europeos en sus peripecias por el Amazonas. Locarno y OspinaLa película Siembra, que aún no se ha estrenado en el país, participó sin demasiada bulla mediática en la sección Cineastas del presente del Festival de Locarno, en Suiza, en agosto. Para sorpresa de muchos, incluidos sus directores Ángela Osorio y Santiago Lozano, el largometraje se llevó el Premio de la Crítica Independiente “Boccalino” a Mejor Dirección. Propulsada por el reconocimiento, Siembra luego viajó a Estocolmo, Ginebra y Tarragona, donde recibió el Premio Internacional de Jurado a Mejor Ópera Prima.Un mes después, en agosto, se estrenó el documental Todo comenzó por el fin de Luis Ospina en Toronto, donde además participaron Magallanes y El abrazo de la serpiente. La obra del caleño, sobre las experiencias del Grupo de Cali, luego se presentó en otros festivales, como el de Morelia, y en este mes se proyectará junto a La tierra y la sombra en Neighboring Scenes, un nuevo espacio de exposición del Lincon Center de Nueva York.
‘Alias María‘ explora, entre otras cosas, la complicada situación de las guerrilleras embarazadas. *Cabe destacar otras películas colombianas que se estrenaron en 2015, como Gente de Bien de Franco Lolli, que recibió varios galardones en 2014, el documental Carta a una sombra, sobre el padre del escritor Héctor Abad Faciolince, así como Siempreviva de Klych López y Antes del fuego de Laura Mora, ambas basadas en la retoma del Palacio de Justicia, y que seguramente competirán en varios festivales el próximo año.