El mundo de la alimentación es tan amplio y variado que literalmente hay para todos los gustos. En este catálogo, y para las personas que consumen carne animal, aparecen productos como la carne de res, de cerdo, el pollo o el pescado. Cada una de estas tiene una diversidad de preparaciones.
El pollo es uno de los que más se consume por su variedad, pues cada parte puede ser un plato diferente. Una de las que más se preparara, sobre todo cuando se lleva un estilo de vida saludable, es la pechuga.
De acuerdo con el portal mexicano de la organización Comer Carne, quien conversó con la Dra. María del Pilar Castañeda Serrano, esta tiene numerosos beneficios. Entre los cuales la especialista destaca lo siguiente:
Es saludable. “La carne de pollo es fuente importante de nutrientes como proteínas, lípidos, Vitamina 3 y minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros”.
Es de fácil digestión. “La mayor parte de la grasa corporal del pollo se encuentra en la piel, por lo que al retirarla se reduce el consumo de grasa. Esto hace que la carne sea de fácil digestión y pueda ser consumida por personas de cualquier edad”.
Es Versátil. “Al ser una carne de sabor neutro, tiene la habilidad de tomar cualquier sabor o especie que le agregamos en la cocina. La versatilidad del pollo es una ventaja importante, sobre todo en la riqueza culinaria de nuestro país”.
Por su lado, la Asociación Latinoamericana de Avicultura expone los beneficios de consumir, específicamente, la carne de pollo.
Para empezar la describe como “un alimento sano, natural, asequible y muy versátil. Aunque pueda parecer un ingrediente soso, que apenas tiene sabor y que puede quedar seco al cocinarlo, podemos hacer mil y una recetas con pechuga de pollo con mucho sabor y muy jugosas. Basta con preparar este producto adecuadamente y añadirle los ingredientes necesarios para sacar de él los mejores platos”.
“Otra de sus ventajas es que suele ser un bocado que gusta a todos. Así, la pechuga de pollo se convierte en uno de los alimentos que más aceptación tiene entre pequeños y mayores. También es apta para múltiples dietas debido a su bajo contenido grado, a su facilidad para ser digerida y a que nos aporta proteínas de buena calidad”, continua dicho portal.
Respecto a sus propiedades:
- “La pechuga de pollo es un alimento bajo en grasas. Se trata, pues, de una gran aliada para las dietas de adelgazamiento”
- “Contiene proteínas y aminoácidos en abundancia. Fundamentales para el crecimiento y otras funciones básicas de nuestro organismo”.
- “Las recetas con pechuga de pollo son ricas en minerales, vitaminas y baja en colesterol”
3 recetas fáciles y rápidas para preparar con pechuga de pollo
Pechuga de limón con finas hierbas
Ingredientes
- 3 pechugas de pollo.
- Finas hierbas.
- 2 limones.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Vino blanco.
- Sal y pimienta al gusto.
Preparación:
Limpiar las pechugas y sazonar con sal y pimienta. En una bolsa poner las pechugas y agregar el aceite de oliva y el vino blanco. Después agregar las hierbas. Cerrar la bolsa y masajear hasta que se distribuya. Dejar en la nevera dos horas. Sacar las pechugas y poner en un sartén precalentado con un poco de aceite. Dejar dorar a fuego medio por unos 8 minutos hasta que estén duradas y cocinadas. Servir.
Pollo al limón
Ingredientes
- Pechugas de pollo pequeñas.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Zumo de limón.
- 1 ralladura de limón.
- 1 diente de ajo rallado muy fino.
- 1 cucharadita de orégano seco.
- Lechuga romana al gusto.
- Pimienta negra molida y sal.
Preparación:
Precalentar el horno a 190 °C. Exprimir los limones, rallar el ajo y lavar y desinfectar la lechuga. En un recipiente agregar el zumo de limón, tres cucharadas de aceite, el órgano, el ajo y la sal. Después, sazonar el pollo, la mezcla y ponerlo a dorar a fuego medio- alto.
Pollo a la napolitana
Ingredientes:
- Pechuga de pollo entera.
- 1 diente de ajo
- Vino blanco.
- 2 cucharadas de pasta de tomate.
- 4 tomates pelados.
- Sal y pimienta.
- Aceite de oliva virgen extra.
Preparación:
Para la salsa, se ponen en una sartén con aceite los ajos. Una vez se doren, agregar los tomates sin piel y licuados. Dejar que la salsa se reduzca y agregar la sal, una pizca de azúcar para equilibrar la acidez, el vino, la pasta de tomate y orégano. En una sartén aparte freír el pollo y cuando esté listo agregar la salsa y cocinar por unos minutos.