La calabaza es una cucurbitácea, es decir que es el fruto de una planta trepadora (al igual que los melones y los pepinos) y hay diferentes tipos, cuyas características físicas varían dependiendo de su origen. La auyama, el calabacín y el zapallo pertenecen a la familia de las calabazas.

Beneficios de la calabaza

Este alimento aporta potasio, sodio, zinc, magnesio y vitamina B, C y E, propiedades que hacen de la calabaza un alimento beneficioso para controlar la presión arterial y promover una buena digestión. Una de las propiedades más importantes es su gran aporte de betacarotenos, los cuales se convierten en vitamina A, útil para combatir células cancerígenas.

Además, se pueden consumir sus semillas, que son una gran fuente de aminoácidos y de ácidos grasos insaturados. De hecho, según la base de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, comer 100 gramos de semillas de calabaza aporta 18 gramos de fibra, 4 miligramos de hierro y 262 miligramos de magnesio.

¿Cómo incluir la calabaza en las recetas?

Hay diferentes formas de aprovechar todos los productos de la calabaza, desde su pulpa hasta sus semillas. El primero y más sencillo es hacer una crema de calabaza, una recomendación de la Fundación Española del Corazón es poner a cocer los trozos cuando el agua ya está hirviendo y así aprovechar al máximo todos los nutrientes de este alimento. A continuación una receta, originalmente publicada en la edición 97 de la revista Cocina Semana impresa:

Ingredientes:

  • 1 pechuga de pollo orgánica.
  • ½ taza de zanahoria cortada en cubos pequeños.
  • 1 taza de apio cortado en cubos pequeños.
  • ½ taza de cebolla en rama cortada en trozos.
  • 2 dientes de ajo cortados en láminas finas.
  • 1 hoja de laurel.
  • 1 rama de tomillo.
  • ½ taza de quinua negra, blanca (o una mezcla de las dos).
  • 2 tazas de calabaza pelada en cubos de 2 centímetros.
  • 2 tazas de kale (sin el tallo y sin la vena) cortado en trozos.
  • 1/3 de taza de perejil liso picado.
  • Gajos de limón para servir.
  • Sal y pimienta.

Preparación:

Llene una olla con 3 litros de agua. Agregue la pechuga de pollo, la zanahoria, el apio, la cebolla, el ajo, el laurel, el tomillo y media cucharadita de sal. Cocine a fuego medio hasta que la pechuga esté cocida, sáquela y déjela enfriar. Incorpore la quinua y la calabaza. Siga cocinando hasta que la quinua se abra y la calabaza esté tierna. Agregue el kale y cocine por tres minutos más. Mientras tanto, deshuesar la pechuga y córtala en cubos de 2 centímetros. Añada a la sopa el pollo, el perejil, la sal y la pimienta. Sírvala acompañada con gajos de limón.

Calabaza para el desayuno

Otra forma de incluir este alimento es en preparaciones dulces, pues su sabor otoñal es ideal para combinar en pancakes. A continuación una receta para hacer pancakes de auyama:

Ingredientes:

  • 1 vaso de agua.
  • 1 taza de maíz dulce.
  • ½ taza de avena en hojuelas o procesada.
  • 1 cucharadita de canela en polvo.
  • ½ cucharadita de polvo para hornear.
  • Sal y pimienta al gusto.
  • 1 huevo.
  • Nuez moscada.
  • ½ taza de auyama rallada.
  • ½ taza de zanahoria rallada.
  • Aceite.
  • Queso mozzarella.

Preparación: ver el video.

Finalmente, para aprovechar las semillas de la calabaza es posible tostarlas y disfrutarlas a modo de snack e incluirlas como toppings en ensaladas.

Calabazas en Halloween

El uso de este vegetal para la noche de brujas nació como una tradición en Irlanda, debido a la leyenda de Jack, un granjero tacaño que estafaba a sus vecinos. Dice la leyenda que, un día, el diablo fue a buscar a Jack para llevarse su alma, pero con su astucia, logró engañarlo y capturarlo como prisionero. Este le prometió al granjero que no lo volvería a buscar si lo dejaba en libertad.

Luego de muchos años, Jack murió. Después de su muerte, su alma no fue recibida ni en el cielo ni en el infierno. El diablo lo había condenado a transitar en el purgatorio. Entonces, Jack tomó uno de los nabos que tenía en su bolso, le hizo un hueco y puso una brasa dentro para guiar su camino en su eterno viaje en el purgatorio.

En Irlanda se tomó la costumbre de decorar con nabos, sin embargo cuando llegaron los inmigrantes irlandeses a Estados Unidos decidieron usar calabazas por la escasez de nabos en el nuevo país.