Uno de los platos más populares del mundo es la pasta. Gracias a la variedad que ofrece, este producto puede prepararse de diferentes maneras. Una receta insignia es la pasta con pollo y champiñones.
Aparte de ser consumido a nivel mundial, este plato es uno de los más históricos de la gastronomía italiana. Con base a National Geographic, los primeros indicios de esta preparación ocurrieron en el siglo XII. Si bien surgió en China, fue Italia el país que potenció y transformó la pasta en una comida mundial.
Los italianos utilizaban harina de trigo y agua para crear una masa que se laminaba y cortaba en diferentes formas. Acto seguido, la pasta se secaba al sol para almacenarla. A medida que este alimento se popularizó en Italia, también comenzó a evolucionar. Los italianos empezaron a experimentar con diferentes formas y tamaños de pasta, y también comenzaron a agregar ingredientes como huevos, queso y verduras a la masa.
Con el paso del tiempo y la modernización, hubo migración italiana hacia diferentes rincones del planeta, lo cual generó que su llegada a América trajera consigno la pasta. Su popularidad se habría dado después de la Segunda Guerra Mundial y hasta hoy día se conserva así.
La pasta se sirve con una variedad de salsas, desde la clásica salsa de tomate hasta la carbonara, la boloñesa y el pesto. También hay muchas opciones de pasta sin gluten para aquellos que tienen alergias o intolerancias.
Entre la variedad de preparaciones, se destaca la pasta con pollo y champiñones. Por un lado, es una receta fácil de preparar y su sabor dejará impresionado a más de uno.
La receta en cuestión se presenta como una manera sencilla de cómo preparar un delicioso plato de pasta, acompañado de una cremosa salsa a base de pollo, champiñones y con un poco de crema de leche. Además, puede hacerse rápidamente y es perfecta para esos días en los que no se quiere pasar mucho tiempo en la cocina.
Por otro lado, Cocina y Vino señala que la clave para la pasta es lograr hacer la masa en el punto ideal, lo cual corresponde a prepararla delgada y de no mucho largo. La ventaja de esta comida radica en que puede mezclarse con otros ingredientes y acompañar otros platillos de una forma pulcra.
Los ingredientes necesarios para la pasta son:
- 4 muslos de pollo (sin piel y sin hueso).
- 1 cucharadita de albahaca seca.
- Sal y pimienta al gusto.
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana picada.
- 4 dientes de ajo picados.
- 1/3 taza de vino blanco seco.
- 250 gramos de champiñones en rodajas.
- 1 litro de caldo de pollo.
- 1/3 taza de crema de leche
- Sal y pimienta extra al gusto.
- 300 gramos de pasta penne sin cocer.
- 1 taza de queso parmesano fresco rallado.
- Un puñado de perejil fresco picado.
Teniendo a la mano estos ingredientes, bastará con seguir los siguientes pasos para tener una rica pasta de pollo y champiñones:
- Sazonar los muslos de pollo con albahaca seca, sal y pimienta. Calentar dos cucharaditas de aceite en una cacerola grande a fuego medio-alto y agregar el pollo, cocinar por ambos lados hasta que estén dorados. Reservar.
- Después se añade el aceite restante a la olla y freír la cebolla con el ajo durante aproximadamente dos minutos. Verter el vino blanco y dejar cocer a fuego lento durante cinco minutos.
- Con esta mezcla lista, hay que incorporar los champiñones y cocinar durante tres minutos más, siempre revolviendo. Luego, echar el caldo, la crema de leche, la sal con la pimienta y dejar que hierva a fuego lento para mezclar la pasta aproximadamente 15 minutos.
- Espolvorear el queso parmesano y dejar que se derrita. Retirar del fuego y dejar reposar durante cinco minutos para permitir que la salsa se espese. Cortar el pollo en tiras, agregarlo y revolver. Finalmente, se puede adornar con perejil fresco y parmesano.