El ayuno intermitente es un tema que se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Las personas lo han empezado a adaptar en sus rutinas diarias con el fin de bajar de peso. Entre los ayunos intermitentes más comunes está el 5:2, que se caracteriza por llevar una dieta normal durante cinco días a la semana y ayunar otros dos. Otra de las formas de reducir la llamada ventana para comer es llevar a cabo un ayuno diario con tiempo restringido, es decir, alimentarse normalmente pero solo en un espacio de tiempo de ocho horas diarias.

“Muchas investigaciones, principalmente en modelos animales, pero también en algunos ensayos en humanos, indican que el cuerpo experimenta numerosos beneficios al estar en ayunas dado su impacto en los procesos y funciones celulares”, explicó el Dr. Richard Joseph, fundador de VIM Medicine, en un texto escrito para el Harvard Health Publishing.

Joseph añadió que en un estado de ayuno total, el metabolismo cambia su principal fuente de combustible de glucosa a cetonas, lo que aumenta los mecanismos de reparación y reciclaje celular. La exposición repetida a un estado de ayuno induce a adaptaciones celulares que incluyen una mayor sensibilidad a la insulina y a defensas antioxidantes.

Aunque algunos estudios detallaron que, para reducir de peso, el ayuno intermitente puede ser tan eficaz como una típica dieta baja en calorías, su efectividad sigue siendo debatida entre los expertos de la nutrición.

“Hasta la fecha, la respuesta sigue siendo turbia debido a la calidad de la evidencia, que a menudo implica tamaños de muestra muy pequeños, períodos de intervención cortos, diseños de estudio variados (a menudo sin grupos de control), diferentes protocolos de ayuno y participantes de diferentes formas y tamaños. Los datos sobre el ayuno intermitente y su impacto en la pérdida de peso involucran en gran medida estudios que emplean la metodología de alimentación con restricción de tiempo del ayuno intermitente. Una compilación reciente de la evidencia sugiere que limitar su ventana de alimentación podría ayudarlo a perder algunas libras”, manifestó Richard Joseph.

Para la mayoría de las personas (con ciertas excepciones), un enfoque de alimentación con restricción de tiempo puede ser un método seguro que quizá genere cierta pérdida de peso. Todo esto si se asume que no se cambia radicalmente el patrón dietético.

La pérdida de peso enmarcada en una alimentación restringida en el tiempo se deriva principalmente de lograr un balance energético negativo. “Si mantiene su dieta regular y luego limita la ventana de tiempo durante la cual come, es probable que coma unos cientos de calorías menos por día. Si esto es sostenible como estilo de vida, podría sumar una pérdida de peso modesta que puede producir mejoras beneficiosas en los marcadores cardiometabólicos como la presión arterial, el colesterol y los niveles de triglicérido”, concluyó el Dr. Richard Joseph.

Por otra parte, según la Clínica Mayo, perder peso y hacer actividad física ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes, la apnea del sueño y algunos tipos de cáncer.

Para estas enfermedades, el ayuno intermitente podría ser tan beneficioso como cualquier otro tipo de dieta que merma la ingesta de calorías. En ese sentido, algunas investigaciones detallaron que el ayuno intermitente puede ser bueno para quienes sufren de la enfermedad de Alzheimer, la artritis, el asma y la esclerosis múltiple, entre otras.