Los tacos son el emblema de la gastronomía mexicana. Su historia surge de las culturas prehispánicas en las que, por ejemplo, Moctezuma -emperador del Imperio mexica entre el periodo de 1503 a 1520- utilizaba las tortillas para sostener su comida, formando algo parecido al taco.
Siglos después, este plato autóctono se convirtió en una comida universal presente en las ciudades del mundo. Bogotá no es la excepción. En la capital colombiana se venden tacos de un gran nivel, comparables, en muchos casos, con los de las tradicionales taquerías del país norteamericano.
La oferta va desde el taco al pastor, hasta el sabroso taco de tripa, pasando por el de birria, el de suadero y el de carnitas. Aquí cuatro establecimientos que ofrecen tacos de calidad. Por supuesto, la lista podría ser más extensa.
El buen pastor del 7
En el barrio Siete de agosto se esconde una taquería que respeta el valor simplista de este plato. Se llama El buen pastor del 7 y surgió en el marco de la pandemia del coronavirus. Este lugar ofrece uno de los mejores tacos de tripa de la ciudad, un manjar que consta de chunchurria -o chunchullo- dorada a la plancha acompañada de cebolla, cilantro y una tortilla de maíz fresca. Nada más es necesario.
El menú es reducido, potente y no se tiene que gastar una fortuna para probar todas las opciones: tortas, caldo de birria, burritos y las respectivas variedades de tacos: birria, al pastor, suadero, berenjena y, el recientemente lanzado, taco de chorizo mexicano.
La neta y La lupita
En esta línea de taquerías sin pretensiones es necesario nombrar dos lugares ubicados en la Plaza de mercado de Paloquemao, un espacio de peregrinación para los amantes de las comidas populares y las frutas frescas. Allí están La neta y La lupita. El primero ofrece un menú de sabores clásicos como tacos de carnitas, de cochinita, al pastor, suadero, bistec, chicharrón, campechano y de birria. Este último es la joya de la corona. Viene acompañado de un caldo de res bastante concentrado en el que se sumerge el taco, como indica la tradición mexicana.
La lupita, por su parte, destaca por su variedad de salsas y el taco de cochinita pibil, platillo que se compone de carne de cerdo marinada en achiote, jugo de naranja, ajo, sal y pimienta. Su origen data de la época prehispánica, en el estado de Yucatán, cuando se preparaba para la festividad del Hanal Pixan (Día de Muertos) o como ofrenda de celebración a los dioses mayas.
La fonda mexicana
Para terminar, en Teusaquillo está La fonda mexicana. Este pintoresco restaurante, adornado con imágenes de películas clásicas y máscaras de lucha libre, tiene distintas opciones como las garnachas (tortilla de maíz gruesa que se frita y se acompaña de frijoles y salsas), tacos y quesadillas. Aquí, el taco de tripa también es destacable, un poco más salado y crocante que el de El buen pastor del 7.