Comedores impecables, menús con 16 platos preparados con técnicas sofisticadas y exclusivos ingredientes, manteles y vajillas de la mejor calidad y vinos añejados por décadas en sótanos medievales. Todo esto hace parte del imaginario popular con el que se relaciona al mundo de la alta gastronomía.
En efecto, y aunque parezca pretencioso, las características arriba citadas son algunas de las reglas tácitas que debe cumplir cualquier establecimiento que aspire a ser catalogado como uno de los mejores a nivel global. Nombres como Wolfgang Puck o Emeril Lagasse los hacen posibles.
En ese sentido, el portal Money Inc hizo una lista de los cocineros que han sabido crear emporios económicos a través de sus refinados restaurantes y, por medio de ellos, han amasado grandes fortunas.
El cocinero y restaurantero más rico del planeta es Alan Wong, quien según Money Inc tiene un patrimonio de 1.100 millones de dólares. “El chef chino-estadounidense es el propietario y jefe de cocina de los restaurantes Alan Wong, con tres estrellas Michelin. La riqueza de Wong proviene de sus restaurantes, pero también de los distintos negocios en los que participa, como una línea de alimentos congelados y utensilios de cocina”, destacó Fine Dining Lovers.
En el segundo puesto se ubica el mediático y carismático chef Jamie Oliver, con una fortuna de 310 millones de dólares. La estrella de televisión inglesa recibió el título de caballero de manos de la reina Isabel en 2015 por sus servicios a la industria alimentaria. Oliver ha construido un importante patrimonio a través de la publicación de libros, la presentación de distintos programas de televisión y la creación de una cadena de restaurantes con locales en el Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Dubái.
El podio lo cierra Gordon Ramsay con 220 millones de dólares. Ramsay tiene más de doce restaurantes y es reconocido por aparecer en programas como MasterChef o Hell’s Kitchen, en los que se jacta de su fuerte temperamento al momento de liderar un servicio de cocina. Pese a esto, su reputación como cocinero es valorada en la industria y, hasta la fecha, suma siete estrellas Michelin.
Hace poco Ramsay fue tendencia por unas declaraciones en las que aseguró que ninguno de sus hijos heredaría su riqueza. El chef argumentó que dicha decisión la tomó para que sus sucesores entiendan el valor del trabajo duro.
De hecho, Ramsay señaló que cuando viaja en avión junto a su familia no permite que sus hijos compartan los asientos de primera clase que él ocupa con su esposa.
“No se sientan con nosotros en primera clase cuando viajamos. No han trabajado lo suficientemente duro para pagar eso. Giro a la izquierda con Tana y ellos giran a la derecha y le digo a la azafata: ‘asegúrate de que esos pequeños no se nos acerquen, quiero dormir en este avión’. Me partí el culo para sentarme cerca del piloto y lo aprecias más cuando te lo has ganado”, manifestó Ramsay.
En el cuarto lugar, según Money Inc, está Nobu Matsuhisa con 200 millones de dólares. De origen japonés, Matsuhisa es de lejos el chef de sushi más famoso del mundo. Inició su carrera en Sudamérica, más exactamente en Perú, antes de asentarse en Estados Unidos, donde abrió dos restaurantes con el gran Robert De Niro. Nobu se ha convertido en una marca de renombre internacional con un imperio que suma más de 40 locales.
A pesar de estar muerto, el chef Paul Bocuse ocupó la quinta posición con 185 millones de dólares. “El difunto padre de la nueva cocina (...) fue sin duda un pilar de la gastronomía a nivel mundial, no sólo en Francia (donde dejó una huella indeleble y un concurso culinario que lleva su nombre). Ha sido uno de los chefs franceses más influyentes de todos los tiempos. El Auberge du Pont de Collonges, que forma parte del grupo Bocuse, cuenta con tres estrellas Michelin desde hace más de 50 años y fue nombrado ‘Restaurante del Siglo’ por la guía Gault Millau”, concluyó Fine Dining Lovers.
Otros cocineros que son millonarios son Sanjeev Kapoor con 140 millones de dólares, Thomas Keller con 150 millones de dólares, Rachael Ray con 100 millones de dólares, Wolfgang Puck con 90 millones de dólares y Emeril Lagasse con 70 millones de dólares. Este último ha trabajado en algunas de las cocinas más prestigiosas del mundo, como el Commanders Palace y Le Bernardin.