En algunos casos, los pacientes con leucemia suelen presentar ciertos problemas con su dieta y también manifiestan que los alimentos tienen un sabor diferente. En este sentido, es fundamental que quienes sufren de este tipo de cáncer adopten una alimentación que les permita estar lo más fuertes posibles de cara a los tratamientos de quimioterapia que, como es sabido, suelen debilitar el organismo.

Los pacientes hemato-oncológicos que llevan una nutrición correcta presentan menos complicaciones a lo largo del tratamiento. En ese orden de ideas, una dieta equilibrada con cinco comidas al día -desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena- y que se componga de platos con poco volumen, pero muy nutritivos, mejorará notablemente el funcionamiento general del cuerpo.

“En el almuerzo y la cena los platos tienen que ser completos y contener verduras, hidratos de carbono (cereales, legumbres, arroz, pasta) y proteínas (carne, pescado o huevos). Una opción agradable es preparar un plato único tipo buddha bowl. Sería como un plato combinado saludable”, indicó la Fundación Josep Carreras, una entidad que impulsa proyectos en beneficio de los pacientes con leucemia.

En este contexto, es importante que los pacientes consuman porciones de fácil digestión y que conserven todas las propiedades, vitaminas y minerales de los insumos. Además, se recomienda que se minimice la ingesta de alimentos fritos y se aumente la de productos cocinados al vapor, hervidos y al horno.

En cuanto a los alimentos de origen animal, es mejor consumir carnes magras o blancas como el pollo, el pavo o el pescado. A su vez, es fundamental mantener una buena hidratación con por lo menos seis vasos de agua diarios y evitar las bebidas azucaradas y gaseosas.

En relación al trasplante de médula ósea, hay que tener en cuenta la flora gastrointestinal, pues es la principal fuente de infecciones en el postrasplante inmediato. “El daño producido sobre la mucosa intestinal por el tratamiento de acondicionamiento (mucositis) permite el paso de bacterias desde el tracto digestivo hacia la sangre. Para evitarlo, desde el inicio del acondicionamiento se administran fármacos capaces de descontaminar el tracto digestivo, así como dietas con alimentos esterilizados o, con más frecuencia, dietas con bajo contenido bacteriano”, remarcó la Fundación Josep Carreras.

En lo que respecta a las cifras, la leucemia aguda suele detectarse en seis pacientes por cada 100.000 habitantes por año. La leucemia aguda linfoide es más común en niños y constituye cerca del 25% de todos los cánceres en menores de 15 años. El pronóstico de supervivencia es peor en la medida que se incrementa la edad.

En el marco de la Conferencia de la Red Nacional e Integral sobre Cáncer de los Estados Unidos (NCCN 2022, por sus siglas en inglés), se detalló que, entre el 2000 y 2019, los casos de leucemia mieloide aguda se incrementaron en un 35% en hombres y en un 8% en mujeres en las Américas, Europa, África, el Sudeste Asiático y las regiones del Mediterráneo Oeste y el Pacífico Oeste. Esto se traduce en más de 16 millones de casos a nivel global y unas nueve millones de muertes.