Cerca de 10,6 millones de personas contrajeron tuberculosis (TBC) en 2021 y 1,6 millones más fallecieron debido a esta enfermedad -incluidas 187.000 portadoras del VIH- en el mundo, según los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, las personas que sufren de esta enfermedad deben frenar el consumo de frituras porque pueden provocar dolores de estómago, náuseas y vómitos.
En la otra orilla, y para que el tratamiento sea efectivo, se recomienda que los pacientes con esta patología lleven una dieta balanceada rica en proteínas como carne de res, pollo y pescado; carbohidratos que están en los tubérculos como la papa, el camote y la yuca; además de ingerir arroces y cereales como el trigo, la quinua y la kiwicha.
A estos alimentos los pueden acompañar el consumo de grasas no saturadas -aceite de maíz o soya-, vitaminas A, B y minerales. “Para que la dieta saludable sea completa, el paciente con TBC deberá consumir bastante frutas y verduras sobre todo las de color amarillo porque contribuyen a mejorar su sistema inmunológico”, dijo el nutricionista Percy Baca al medio Andina.
El especialista añadió que los individuos con tuberculosis deben comer tres comidas principales -desayuno, almuerzo y comida- y dos refrigerios.
Tuberculosis en el mundo
La Organización Mundial de la Salud apuntó que el aumento de 4,5% en enfermos de tuberculosis de 2020 a 2021 fue el primero documentado en muchos años e incluyó un incremento del 3% de los casos resistentes a los antibióticos, que sumaron 450.000.
La OMS agregó que los servicios de atención y tratamiento de la tuberculosis se suspendieron en 2021 por cuenta del coronavirus, aunque aclaró que la interrupción tuvo un impacto especialmente grave en las estrategias de respuesta a la enfermedad.
Además, los conflictos en Europa del Este, África y Medio Oriente empeoraron aún más la situación de las poblaciones vulnerables.
En este contexto, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó las enseñanzas de la pandemia en cuanto a la importancia de la solidaridad, innovación y uso equitativo de las herramientas para superar las grandes amenazas a la salud.
El líder de la Organización Mundial de la Salud instó a los países a que apliquen esas lecciones para atender a quienes sufren de tuberculosis. “Es hora de poner fin a este asesino de larga data. Trabajando juntos, podemos lograrlo”, concluyó Adhanom Ghebreyesus.