¿Es bueno montar bicicleta en ayunas? Todo depende. En el caso de un ciclista profesional es prácticamente imposible que enfrenten una jornada de una vuelta grande (Tour de Francia, Vuelta a España o Giro de Italia) sin comer algo antes de la rodada.
Esto ocurre porque en una etapa de una carrera profesional los pedalistas pueden quemar entre 6.000 y 8.000 calorías. Para compensar dicho desgaste físico tienen que ingerir una gran cantidad de alimentos.
Por lo general, una etapa de una vuelta grande o de un monumento (competencias de un día con un recorrido superior a los 200 km) inicia a eso de las 11:00 a. m., en ese sentido los corredores desayunan un menú compuesto por un plato de avena, huevos, tres sándwiches, un batido de frutas, café, un plato de pasta, yogur y jugo de naranja. Los alimentos pueden variar dependiendo de la dieta diseñada para cada corredor.
Con este tipo de desayunos consumen altas cantidades de carbohidratos y azúcares, mientras evitan ingerir fibras porque son negativas para el rendimiento en carrera.
Por otro lado, está la dieta de un ciclista aficionado. El pedalista que, en el marco de su vida cotidiana, busca emular a las grandes figuras como Egan Bernal, Tadej Pogacar, Daniel Martínez o Wout van Aert. Aquí las cosas cambian.
Lo más común es que los ciclistas aficionados monten muy temprano en la mañana, entre las 4:00 a. m. y las 8:00 a. m. En ese contexto, cada persona puede definir si es más conveniente salir en ayunas o con algo de comida en el estómago. “Entrenar en ayunas ha sido una práctica bastante usada durante décadas. La idea de que el balance calórico se basa en quemar más de lo que se ingiere para perder grasa ha llevado a este tipo de prácticas, en las que no se ingiere nada o casi nada y se queman en entrenamientos muy suaves las calorías restantes”, puntualizó el portal Brújula Bike.
Cabe destacar que no es recomendable salir sin tomar líquidos hidratantes antes de cada rutina.
Los deportistas suelen realizar sus entrenamientos con el objetivo de perder peso rápidamente. Mientras que muchos individuos afirman que se sienten más concentrados y cómodos cuando entrenan en ayunas. “Esto puede deberse a las orexinas, neurotransmisores que interactúan con el hipotálamo y que regulan el metabolismo energético y el estado de vigilia”, explicó Vitónica, una página especializada en salud y bienestar.
Ahora bien, entrenar en ayunas también tiene su lado negativo. Uno de los principales factores de riesgo es una deshidratación o una posible hipoglucemia, es decir, una disminución de la cantidad normal de glucosa en la sangre que produce mareos, temblores y cefalea.
En cuanto a la pérdida de masa muscular, el debate sigue abierto. Algunos expertos señalan que entrenar en ayunas reduce el tamaño de los músculos debido a que el cuerpo busca en ellos la energía necesaria para la rutina, algo que desmiente el médico funcional Carlos Jaramillo en su programa Educando ConCiencia.
Por otro lado, el portal El Economista destacó que un estudio del Journal of Translational Medicine demostró que “después de ocho semanas, un grupo de personas que hacían ayuno intermitente y otro con una alimentación tradicional que realizaban deporte mantuvieron exactamente la misma cantidad de músculo, nada cambió en cuanto a la quema de proteína del músculo”.
En conclusión, lo más favorable para alguien que quiere ayunar antes de hacer ejercicio es que lo haga de manera intermitente y con rutinas de exigencia baja o media.