Sufrir de diabetes no necesariamente se traduce en dejar de comer postres. Se trata, en realidad, de saber seleccionar los ingredientes y cambiar el tipo de edulcorante en las recetas.

Los azúcares más sanos son aquellos que se obtienen de las frutas. En ese sentido, lo más recomendable para quienes sufren de diabetes es utilizar productos como los dátiles, el mango o la manzana. En la otra orilla están los edulcorantes como la estevia, el azúcar de abedul (conocido como xilitol) y el eritritol.

La reconocida chef Ingrid Hoffmann destacó en un artículo escrito para la American Association of Retired Persons (AARP) que la estevia no contiene calorías y no está asociada con ningún efecto adverso. “Considero que la estevia es la mejor opción para diabéticos. Hay estudios que aseguran que baja la presión arterial y los niveles de azúcar. No me gusta su sabor en el café, pero sí la utilizo para endulzar batidos, yogures, cereales, etc. Además, venden una mezcla de estevia, azúcar y eritritol llamada Truvia Cane Sugar Blend que es ideal para hornear”.

En tanto, el uso del eritritol ha tomado fuerza en los años recientes aunque no se trata de un edulcorante nuevo. De hecho, fue descubierto por el químico escocés John Stenhouse en 1848. El eritritol se extrae a partir de la fermentación de frutas u otros alimentos como el maíz y el trigo.

Al respecto, Hoffmann añadió que “tanto el eritritol como el xilitol son alcoholes de azúcar bajos en calorías que no tienen efectos en los niveles de glucosa del cuerpo, por lo que son una buena opción para los diabéticos”.

Sin embargo, los expertos aseguran que el abuso de estos ingredientes también pueden ser contraproducentes para la salud del ser humano. Cabe destacar que el eritritol se absorbe sin metabolizar en el intestino delgado y se tolera una ingestión diaria de 80 gramos.

Un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Gastroenterología sobre edulcorantes no calóricos (ENC) concluyó que la ingestión del xilitol y el eritritol podría incrementar la “secreción de hormonas gastrointestinales reguladoras de la motilidad intestinal”, es decir que favorece la acción fisiológica del aparato digestivo encargada de desplazar el contenido de la boca hacia el ano.