Según la International Society of Horticultural Science, existen al menos 27.000 especies de plantas comestibles. Entre ellas se encuentran las flores comestibles, ingredientes que han tomado popularidad como elemento estético de las preparaciones gastronómicas en los últimos años.
Algo que se desconoce de estas flores es que, además de su belleza, pueden aportar diferentes beneficios para la salud de las personas, según lo han demostrado diferentes estudios.
Entre las principales características de las flores comestibles, que resalta un estudio de la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, se encuentran diferentes fitoquímicos y polifenoles con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y neuroprotectoras. De hecho, el extracto de pétalos de rosa ha sido identificado como uno de los productos derivados de flores con mayor poder antioxidante y antibacteriano.
Adicionalmente, según Food Reviews International, algunas especies tienen componentes -como betacarotenos, licopenos y vitaminas A, E y B- que pueden ayudar a controlar la obesidad e incluso a impedir el crecimiento de células cancerígenas. Por ejemplo, la caléndula tiene un alto nivel de tocoferol o vitamina E y puede llegar a aportar la misma cantidad que algunas semillas y legumbres.
¿Cuáles flores se pueden comer?
Cabe resaltar que no todas las flores son comestibles. Algunas simplemente son tóxicas, pero otras no pueden ser consumidas porque durante su cultivo se exponen a pesticidas que resultan nocivos para la salud.
Estas son algunas de las flores comestibles que pueden conseguirse en el mercado:
- Amapola: sus semillas se usan en la pastelería, sus hojas pueden ser usadas en ensaladas y los pétalos sirven como ingrediente aromatizante.
- Azahar: el extracto de esta flor se puede usar para aromatizar productos de panadería y pastelería.
- Begonia: su sabor ligeramente amargo y que recuerda al limón es ideal como guarnición y acompañamiento para platos frescos o frutas.
- Borraja: esta flor de color azulado es ideal para aromatizar bebidas y cocteles.
- Caléndula: su sabor picante, parecido a la pimienta y al azafrán, y su color naranja vivo la hace perfecta para usar en ensaladas y aromatizar postres y sopas.
- Manzanilla o camomila: esta flor común da un sabor dulce ideal para postres y ensaladas.
- Capuchina: tiene sabor picante y se usa para acompañar ensaladas, legumbres, sopas y para saborizar el arroz.
- Clavel chino: tiene un sabor especiado, parecido al clavo y a la pimienta, por lo que se usa para aliñar ensaladas, en mantequillas, como guarnición y en recetas dulces.
- Eneldo: esta pequeña flor de color amarillo puede ser usada para aliñar pescados, mariscos y salsas.
- Girasol: al cocinar al vapor sus pétalos se logra un sabor neutro ideal para verduras y sopas.
- Pensamiento: esta flor es multifacética, puede ser usada tanto para decorar postres como para preparaciones saladas, especialmente acompañando quesos.
- Rosa: sus pétalos tienen un sabor ligeramente picante y pueden ser usados en varias preparaciones para aromatizar e incluso para infusionar aceites, cremas y mermeladas.
- Romero: la flor del romero tiene un sabor más suave que las ramas y puede ser usado como guarnición para pizzas, helados, carnes y sopas.