Las tarjetas de crédito hacen parte hoy de las finanzas de muchos ciudadanos. A través de ellas se financian gastos, se accede a descuentos y también han servido como salvavidas para muchas personas que se han quedado sin empleo. Según reportes de Asobancaria, para agosto de 2020, en Colombia, había más de 15 millones de tarjetas de crédito activas; en junio, las compras con dichas tarjetas representaron el 8,1% del gasto total de los colombianos lo que, de acuerdo con la firma Raddar, equivale a unos 58,4 billones de pesos. Aunque las tarjetas representan un beneficio para los usuarios, también suelen traer problemas, de ahí que incluso muchos hayan optado por entregar las suyas, como lo muestran Estadísticas de la Superintendencia Financiera, que señalan que desde abril 541.353 tarjetas de crédito salieron de circulación. De hecho, la misma entidad añade que la expedición de tarjetas también disminuyó, pues de las 350.793 tarjetas de crédito que se expidieron en enero, la cifra bajó a 262.570 en marzo. La razón principal por la que la circulación de las tarjetas se redujo exponencialmente es porque existen altos riesgos de endeudamiento, ya sea por el mal manejo de estas, las altas tasas de interés o por no cancelar a tiempo las cuotas de la tarjeta. Teniendo en cuenta lo anterior, es importante –si ya tomó la decisión de conservar o adquirir una tarjeta de crédito– que considere algunas recomendaciones para manejarlas de manera adecuada. Esto, en definitiva, redundará en una mejor administración de sus finanzas personales. 1. Revise comisiones y cuotas de manejo antes de adquirirla Sepa cuál es la tasa de interés que maneja el banco con las tarjetas de crédito, pues hay algunas entidades en las que esta tasa puede ser más baja o más alta y eso se verá reflejado en el monto que deba pagar cuando llegue el corte de pago.
La cuota de manejo es otra parte fundamental, ya que si usted no piensa usar la tarjeta mensualmente, será preferible que busque una entidad que no le cobre cuota o que lo haga solo cuando usted realice algún tipo de pago con la tarjeta. 2. Aproveche los beneficios adicionales Los descuentos juegan un papel importante a la hora de manejar las tarjetas. Hay algunos almacenes que mensualmente sacan ofertas o bajan los precios, siempre y cuando el pago sea con cierta tarjeta de crédito. Esto, sin duda, le ayudará a ahorrar y a comprar los productos que tanto le gustan a un precio más asequible, aunque debe considerar que el descuento supere el costo que asumirá por el uso del plástico. La acumulación de millas para viajes también es otro gran beneficio que tiene este método de pago, pues hay muchas tarjetas que tienen este plus. Además, brindan la posibilidad de redimir las millas ya sea en la compra de tiquetes aéreos, en la reserva de hoteles, en restaurantes o en la renta de vehículos. 3. Consérvelas, pero con cuidado Hay casos en los que las tarjetas de crédito le ayudarán a cubrir gastos de manera inmediata o lo ayudarán a salir de una emergencia. Sin embargo, en este punto es importante recordar que no es dinero extra, sino que usted tendrá que pagarlo en unos meses. Asimismo, las tarjetas de crédito son de gran ayuda para aquellas personas que quieren empezar a tener una vida crediticia y aumentar su puntaje a lo largo del tiempo, para luego acceder a créditos bancarios por montos más altos. 4. Analice su capacidad de endeudamiento Algunos expertos definen la capacidad de endeudamiento como el capital máximo por el que una persona puede endeudarse sin poner en riesgo sus finanzas. Es decir, el monto que queda luego de restar los gastos fijos mensuales y calcular los ingresos. Una de las fórmulas más utilizadas por las entidades bancarias para conocer la capacidad de endeudamiento es sumar la totalidad de los ingresos, restarle a eso los gastos fijos y el resultado de esta operación multiplicarlo por el 0,40.
Conocer a profundidad la capacidad financiera permitirá, no solo cubrir el pago de la tarjeta o de la deuda, sino también crear nuevas estrategias de ahorro y de manejo financiero que ayuden a mejorar la educación financiera y obtener resultados óptimos. 5. Estudie la posibilidad de la compra de la cartera La compra de cartera consiste en el traslado de un saldo pendiente con una entidad financiera a otra que ofrece mejores condiciones, ya sea de pago o de tiempo. Esto no solo puede ayudar a disminuir la tasa de interés, sino también a unificar todas las deudas en una sola y llevar mayor control sobre las finanzas. Antes de tomar esta opción, es muy importante verificar que la tasa de interés sea mucho menor que la que le ofrece la entidad con la que tiene la deuda, pues de no ser así esto no podrá ser viable y su deuda irá en aumento. Asimismo, es preciso recordar que esta modalidad de crédito no está pensada para adquirir más deudas con otras tarjetas, sino que se brinda como una ayuda extra para que el usuario pueda cumplir con sus obligaciones bancarias y evitar ser reportado ante una central de riesgo. 6. Sea consciente a la hora de elegir el número de cuotas Cuando ejecutamos compras en cuotas con interés, muchas veces se cree que el diferir una deuda a varios meses hará que esta sea menor. No obstante, aunque el pago mensual sea mucho más bajo, al final del pago total del monto usted podría estar pagando hasta el doble o triple de lo que compró. Por ello, ser consciente a la hora de elegir el número de cuotas es fundamental para así evitar que los intereses eleven el monto de la deuda y realmente se pague a la mayor brevedad el cupo de la tarjeta. 7. Agende la fecha de corte Aunque puede resultar ser una tarea menor, agendar la fecha de corte le permitirá organizar sus finanzas para que así usted pueda cubrir la deuda adquirida y no dejar pendiente ningún pago. Una recomendación extra puede ser alinear este fecha con la que usted tiene de recibo de su salario mensual. Si el pago de su sueldo no coincide con el corte de la tarjeta, puede planear días antes el pago de esta y separar el dinero que necesita para cubrir el pago de la tarjeta y no tener un descuido.
8. Revise los planes de refinanciación Si usted no ha podido cumplir con los pagos de la tarjeta por algunos meses, lo mejor será acudir a la entidad bancaria para refinanciar la deuda. Esto implica modificar las condiciones iniciales de la tarjeta de crédito y cambiar los términos del contrato tales como lo son el plazo, la tasa de interés o el sistema de amortización, entre otros. Para ello lo ideal es que, según los expertos, acuda a la entidad financiera antes de entrar en mora y sustente las razones por las cuales no puede cubrir el pago de la tarjeta y necesita refinanciar la deuda. De esta manera, evitará afectar su historial crediticio y también los reportes a las centrales de riesgo. *Chief Financial Officer para la región Norte de Latinoamérica para SAP