En tiempos de crisis y de incertidumbre es cuando más usamos nuestra creatividad para salir adelante. Es curioso, porque entre más fuerte es el dolor o necesidad que se presenta, más potente es nuestra recursividad y habilidad para encontrar ideas. Sin embargo, para lograrlo se debe contar con una actitud positiva, ya que cuando nos encontramos en modo pánico, el cerebro entra en modo supervivencia y no razona con claridad. ¿Cómo entrar entonces en sintonía con la creatividad que tanto necesitamos por estos días?
Lo primero es reconocer que el estrés, la angustia y la confusión son emociones que activan las respuestas de supervivencia de nuestro sistema parasimpático y así, nuestras funciones vitales se enfocan en huir, atacar o esconderse, dejando muy poco espacio para el razonamiento y la creatividad, e incluso para la comunicación asertiva. En este estado, el cerebro no discrimina si estás huyendo de un depredador, te estás protegiendo para no contagiarte de coronavirus o de si estás nervioso porque has perdido el control de tu rutina o de la forma que haces las cosas. Todas estas emociones nos hacen entrar en un mecanismo de supervivencia que hace que nuestras glándulas suprarrenales liberen adrenalina y se aumenten los niveles de estrés físicos y emocionales. Cuando se está así, las ideas no fluyen; puede que se encuentre una que otra idea, pero con baja calidad. ¿Cómo estimular entonces el cerebro para aprovechar estos momentos de transformación? Lo primero, es que debemos buscar formas de relajarnos y controlar la ansiedad de estos días. Esto puede lograrse a través del ejercicio, la meditación o simplemente tomando algunos momentos para respirar y estar en silencio observando algo específico. La idea es poder centrarse en el aquí y en el ahora, por eso cuando la mente trate de dispersarse con pensamientos del pasado o el futuro, la idea es llamarla a volver al momento en el que estamos. Recordemos que el pasado ya fue y el futuro no existe, el presente es lo único que podemos gestionar, y al estar en el aquí y el ahora, la mente estará más libre para hacer uso de la imaginación y permitirse jugar con las ideas. Otro aspecto a tener en cuenta, es que los altos niveles de dopamina, aquella hormona encargada de los sentimientos de felicidad y plenitud, estimulan la creatividad. Por eso para activarla, trata de involucrar en tu rutina pequeñas actividades que te hagan sentir bien. Puede ser desde cumplir una tarea que tenías planeada, como explorar un nuevo hobbie, leer un nuevo libro, o hacer algo que te conecte con tu niño interior: ¿Cuáles son todos los juegos o actividades que disfrutabas en tu niñez?
Finalmente, para activar la creatividad, ábrete a explorar nuevas posibilidades; no juzgues las ideas demasiado pronto, déjalas descansar y revisa los pros y contras antes de descartarlas; analiza cuáles son las falsas creencias que te impiden conectarte con tu creatividad; no te quedes con la primera idea que surja, sino que busca generar muchas ideas y confía en tu gran capacidad creativa. Siempre existirán nuevas oportunidades, solo tenemos que darnos la oportunidad de explorar y experimentar con ellas.