Solo han pasado siete meses desde que entró en vigencia la nueva regulación de precios de anticonceptivos, la cual redujo su costo. Aunque era previsible un aumento en las ventas, lo que nadie calculaba era un fenómeno de escasez, el cual ha sido denunciado desde marzo pasado por varias usuarias a través de redes sociales. Aseguran que no encuentran en ninguna farmacia de Cali, Medellín y Bogotá la reconocida marca de anticonceptivos Bellaface del laboratorio Lafrancol. Esa reducción de precios tuvo el propósito de que Colombia no pagara más por el mismo anticonceptivo que se ofrece en otros países. Su promotor fue el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien emitió una circular en agosto de 2018 para regular el precio de 54 anticonceptivos de marca que las mujeres pagan de su bolsillo, entre ellos, Bellaface.
Al aplicar su metodología de regulación de precios de referencia internacional, el equipo de expertos del Ministerio de Salud encontró que a veces el mismo producto era tres veces más barato en Reino Unido, Canadá y Francia que en Colombia. Fue así como desde el 1 de enero de este año algunos anticonceptivos que, por ejemplo, costaban $70.000 en una farmacia, pasaron a solo $17.000. Esto evidentemente incrementó su demanda en el primer trimestre en más de 300%, según Tatiana Andia, investigadora quien participó en la regulación y ahora está analizando su impacto desde el proyecto Salud Visible de la Universidad de los Andes. “Monitoreamos las ventas en unidades y valores de los anticonceptivos en el primer trimestre de 2018 y lo comparamos con los regulados en 2019 en el mismo periodo. Encontramos que la demanda subió considerablemente. Eso generó una serie de críticas a la regulación de precios, porque se la culpó de generar desabastecimiento de ciertas marcas de anticonceptivos, lo que nunca ocurrió”, explica Andia. En efecto, los laboratorios tenían casi seis meses de plazo para ajustar sus inventarios, y así evitar problemas ante una avalancha de compradores. Sin embargo, Lafrancol, ahora de la multinacional Abbott, no esperaba que sus ventas subieran 69% en los tres primeros meses del año, al punto de entrar en escasez. De acuerdo con Margarita García, directora de Asuntos Públicos de Abbott, “la actual disponibilidad de Bellaface se alteró por el aumento en su demanda durante el primer trimestre. Desde que la situación fue detectada se ajustó la producción de la terapia en nuestra planta de Cali y poder responder a estas necesidades”.
Precios de los anticonceptivos en el país Dinero también consultó a Bayer, uno de los laboratorios más importantes en la producción de anticonceptivos, y aseguran que, aunque no han tenido escasez de sus productos, sí han reportado incremento en la demanda. “No necesariamente puede significar que más mujeres están comprando sino que, por el contrario, algunas han decidido cambiar a marcas de más trayectoria como las nuestras”, responden desde la multinacional. Así las cosas, los laboratorios aún están analizando si la mayor demanda se mantendrá o es pasajera.
Más que un tema económico Según la Encuesta de comportamientos y factores de riesgo en niñas, niños y adolescentes escolarizados, 38,7% de los niños y adolescentes había tenido relaciones sexuales sin hacer uso de ningún método anticonceptivo en 2016. Por eso, para el doctor Ricardo Rueda, especialista en fertilidad, con la regulación de precios podría reducirse el embarazo no deseado, “eso nos llevaría a mejorar las condiciones sociodemográficas de los menores, que en muchas ocasiones se retiran de la escuela”, asegura. Ahora, una de las grandes críticas a la regulación de precios es que no se establece en el punto de venta. En Colombia, el mercado de los medicamentos funciona con tres actores: el laboratorio productor/importador, el distribuidor y las farmacias. Pero, la circular solo aplica para los primeros dos actores. En teoría, las farmacias podrían añadir un margen de ganancia que no está controlado.
Los preservativos son uno de los mecanismos más costosos “Algunos laboratorios dicen que las farmacias van a aumentar mucho los precios. Ya se ha analizado ese tema y encontramos que estas cobran distinto dependiendo del barrio en donde estén ubicadas y también de si es de cadena o no”, señala la investigadora Andia. Y es que el Ministerio de Salud no regula los precios en el punto de venta, porque allí quien controla el nivel de precios es la competencia. Es decir, son las mujeres las que eligen la droguería más económica. Algunos creen que es en este punto donde podría cocinarse un nuevo debate. Pese a que aún es muy pronto para establecer si la regulación de precios de anticonceptivos expandió el acceso a mujeres que antes no podían comprarlos, es innegable que significó un alivio para su bolsillo. Sin embargo, en el área de anticonceptivos aún faltan unos de los más costosos: los preservativos.
Aunque existe una amplia variedad, su precio va de $9.000 a $23.000 por tres unidades. ¿Por qué no entraron dentro de la regulación? Los condones no son medicamentos, son dispositivos médicos. Eso implica, entre otras cosas, que los productores no están obligados a reportar sus precios al Sistema de Información de Precios de Medicamentos (Sismed). Sin esos datos, el Estado no tiene cómo regularlos. No obstante, el país ya tiene un precedente en este tema. Se regularon los precios de los stents coronarios que se emplean para desobstruir las arterias. Entonces, si ya se hizo una vez, ¿será posible con los preservativos?.