Los vegetales deben incluirse diariamente en la alimentación, porque sus vitaminas y minerales ayudan al buen funcionamiento del cuerpo, y adicional, pueden prevenir o mejorar algunas enfermedades, como la diabetes, la hipertensión, y el estreñimiento, entre otros.

No obstante, es importante que antes de consumir alguna verdura, esta sea limpiada, pues de esta forma se elimina la suciedad, químicos como pesticidas, y bacterias que pueden causar enfermedades, como hepatitis, cólera, o salmonelosis.

Además, hay que señalar que algunas personas son más propensas a contraer alguna enfermedad, como, por ejemplo:

  • Adultos de 65 años o mayores.
Lavar las verduras es una práctica básica de higiene alimentaria. | Foto: Getty Images
  • Niños menores de 5 años.
  • Personas que tienen problemas de salud o que toman medicamentos que reducen la habilidad del cuerpo para luchar contra los microbios y las enfermedades (sistema inmunitario debilitado); por ejemplo, personas con diabetes, enfermedad del hígado o del riñón, VIH o cáncer.
  • Personas embarazadas.

Así las cosas, para evitar enfermedades, es vital lavar los vegetales después de comprarlos en un supermercado, y se deben seguir las siguientes recomendaciones:

1. Desechar toda parte dañada o golpeada antes de limpiar.

Las verduras frescas pueden estar expuestas a una variedad de contaminantes, desde polvo y suciedad hasta microorganismos nocivos. | Foto: Gettyimages

2. Lavar los vegetales con un cepillo y agua corriente, para retirar la suciedad visible a simple vista.

3. Colocar las hortalizas con cáscaras y vegetales de hojas en remojo en un recipiente con 1 litro de agua y 1 cucharada de bicarbonato de sodio o de lejía, que también se conoce como cloro, durante 15 minutos.

4. Lavar las hortalizas con agua potable, para retirar el exceso del producto usado para desinfectar.

El lavado adecuado de las verduras es una medida preventiva eficaz para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. | Foto: © 2020 Dircinha S Welter

5. Secar las frutas y verduras con una toalla de tela o de papel para reducir las bacterias que aún estén presentes.

Ahora bien, al momento de utilizar cloro, es importante que solo contenga hipoclorito de sodio y no otros compuestos, ya que pueden ser perjudiciales para la salud.

Entre tanto, otra recomendación para desinfectar los vegetales es el uso de peróxido de hidrógeno o de ácidos orgánicos, como ácido cítrico, láctico o ascórbico, pero hay que tener presente que para el peróxido de hidrógeno, es fundamental emplear porcentajes inferiores a 5 %, pues pueden causar irritación de la piel o de los ojos, y, en el caso de los ácidos orgánicos, es siempre mejor usar una mezcla de dos o más ácidos.

Dicho lo anterior, para emplear las alternativas mencionadas, se debe diluir una cucharada del producto por cada litro de agua, dejando los vegetales en remojo durante 15 minutos.

Sobre la misma línea, también se puede utilizar vinagre, pero para que funcione adecuadamente es vital que este sea muy concentrado, es decir, es necesario tener grandes cantidades de vinagre en el agua (aproximadamente una parte de vinagre por tres partes de agua) para lograr eliminar microorganismos nocivos y pesticidas.

Finalmente, después de lavar los vegetales hay que almacenarlos, y se pueden guardar en la nevera en envases herméticos o en bolsas de plástico perforadas, ya que esto ayudará a mantener su frescura y calidad durante más tiempo.

Adicional, hay que señalar que el lavado de las verduras no solo se trata de eliminar contaminantes y patógenos, sino que también puede mejorar la calidad y el sabor de los alimentos.