El árbol de jade es una planta suculenta a la que se le atribuye la buena fortuna y la prosperidad. Según la tradición del Feng Shui, la ubicación de esta planta en el hogar puede influir positivamente en la energía y la prosperidad financiera. Entre las ubicaciones claves se destaca la entrada la principal y la esquina sureste.
Para su buen crecimiento y lograr un tallo con importante grosor se requiere tiempo y paciencia, ya que esta planta no suele tener un crecimiento rápido. A continuación, algunos consejos para fomentar un tallo más grueso:
Proporcionar luz adecuada: El árbol de jade necesita luz brillante para crecer de manera saludable. Colócalo en un lugar donde reciba luz solar indirecta durante varias horas al día.
Regar adecuadamente: Hay que asegurarse de no regar en exceso, ya que el exceso de humedad puede provocar pudrición en las raíces. Se debe dejar que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar.
Fertilizar ocasionalmente: Utilizar un fertilizante equilibrado específico para suculentas durante la temporada de crecimiento proporcionará los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable.
Poda selectiva: Realizar podas ligeras para promover un crecimiento más denso y fuerte. Se pueden tallar extremos de los tallos para fomentar la ramificación y la densidad.
Propagación mediante esquejes: Si desea engrosar el tallo principal, puedes tomar restos de los tallos existentes y plantarlos en tierra adecuada para suculentas. Esto puede promover un crecimiento más densamente ramificado.
Replantación en un recipiente más grande: Si tu árbol de jade ha superado su maceta actual, considera trasplantarlo a un recipiente ligeramente más grande. Esto puede permitir un crecimiento más saludable y un desarrollo más robusto del tallo.
Vale recordar que el proceso de engrosamiento del tallo llevará tiempo, así que se debe ser paciente y seguirle proporcionando cuidados adecuados a la planta.
Truco para reproducir la planta de jade en agua
- Elegir bien el pie que se va a cortar de la planta. Preferiblemente, debe tener un tallo mediano que se pueda limpiar, dejando algún espacio entre las hojas superiores y el final del tallo.
- Una vez cortado el tallo, el esqueje debe cicatrizar y por ello lo ideal es esperar unos días. Si el procedimiento se hace en temporada de invierno, tardará un poco más, comparado a si se hace en verano.
- Posteriormente, en la pecera o recipiente que se va a utilizar, agregar un puñado de piedras y después llenarlo con agua.
- Por último, colocar el esqueje limpio y cicatrizado.