La Cuna de Moisés o también conocida como Lirio de Paz (Spathiphyllum wallisii), es una planta que se caracteriza por crecer en ambientes con poca o mediana luz, y por ser símbolo de elegancia y esplendor, pues su color blanco refleja pureza, y pulcritud.
Ahora bien, pese a que la Cuna de Moisés crece en lugares pocos iluminados, es importante tener presente que las áreas deben tener una temperatura entre los 20˚C a 23˚C.
El riego debe darse de dos a tres veces por semana si el clima es cálido, pero si el clima es frío, lo recomendado es que esta planta se riegue de una a dos veces por semana.
Entre tanto, es importante fertilizar a inicios de la primavera o el verano, pues es en esta época cuando la planta necesita más nutrientes, y un ingrediente que se puede utilizar es el arroz, ya que este grano tiene nitrógeno, fósforo y potasio, y otros nutrientes que ayudan a que las plantas crezcan.
Así las cosas, para obtener los beneficios hay que moler una taza de arroz hasta que se obtenga un polvo fino, y para hacerlo se puede utilizar una licuadora o un molinillo de café.
Después, hay que espolvorear el polvo obtenido alrededor de la base de la Cuna de Moisés, pero es importante que se haga de forma uniforme, no se acumule en el tallo.
Posteriormente, se debe regar la plata, pues de esta forma, los nutrientes del arroz serán absorbidos por la tierra, y así llegarán a la raíz, y se obtendrán los resultados.
Finalmente, para obtener resultados, hay que repetir el proceso cada cuatro o seis semanas, y en especial cuando está en la época de crecimiento.
¿Dónde ubicar la Cuna de Moisés para alejar las malas energías?
Según el Feng Shui (técnica china que busca el equilibrio de la energía a través de la distribución y la decoración de espacios), las plantas juegan un papel importante y en el caso de la cuna de Moisés, aún más, pues se le atribuyen poderes energéticos que influyen positivamente en el ambiente del hogar. Además, está relacionada con la inocencia y la pureza tanto del alma, como del entorno que rodea a las personas.
Por ello, el Feng Shui señaló que una las zonas ideales para ubicarla es en la entrada principal de la casa, pues teniéndola en este lugar evitará el ingreso de malas energías. Asimismo, es posible ubicarla en el pasillo dentro del hogar, de este modo regulará el flujo y la circulación de las energías positivas.