Sin duda, el sueño y el descanso son ideales para tener una buena calidad de vida, con más energía y entusiasmo, pero en ocasiones, la calidad del sueño puede verse alterada debido a ciertos motivos, entre ellos el desgaste progresivo del colchón.
El cambio de este elemento tan importante en la vida de las personas puede desencadenar, además, una serie de interrogantes al momento de adquirir uno nuevo: ¿cada cuánto se debe hacer el cambio?, ¿por cuál se debe reemplazar?, ¿con muelles o resortes?
El sitio web Mundo Deportivo, en su sección de UnCOMO, enlista algunos trucos y métodos infalibles y necesarios a la hora de “cambiar un colchón para que cumpla el principal objetivo: garantizar el sueño reparador que necesitas noche tras noche”.
Es posible conseguir un colchón de calidad y a un precio asequible, pero, lo importante es que hay que conocer las necesidades —las cuales pueden variar— y, a partir de ello, elegir el mejor descanso para cada persona.
¿Cuándo cambiar un colchón?
- Problemas del sueño: uno de los pilares fundamentales para vivir de manera saludable es la forma como se duerme y dónde se hace, con el fin de garantizar un óptimo descanso día a día. De no tomar en cuenta esto, la persona podría terminar sufriendo las consecuencias de una mala calidad del sueño, entre ellos, cansancio y dolores de espalda.
- Tiempo de uso: generalmente, “los colchones tienen una vida media de 10 años”, pero algo que alarga o acorta su vida útil son el modo de uso y los cuidados que la persona tenga con el colchón. La plataforma recomienda “renovar el colchón de látex o viscoelástico cada 10 años aproximadamente o bien, si se trata de un colchón de muelles o resortes, renovarlo cada ocho o diez años”.
- Desgaste del colchón: las personas suelen determinar este cambio según la vida útil que cada uno le dé. Por ejemplo, el desgaste diario de un colchón durante años es mucho mayor, mientras que, “en el caso de los colchones de uso esporádico, su vida útil puede llegar a ser el doble de larga, con lo cual podrías cambiarlo entre 15 y 20 años después”.
- Material de fabricación: este aspecto también es “determinante a la hora de medir la durabilidad de un colchón y su calidad. Si el colchón está fabricado con materiales de calidad, durará mucho más tiempo, aunque no por ello tiene que ser más costoso”.