Las hierbas medicinales son plantas usadas como medicamento para ayudar a prevenir o curar una enfermedad, como, por ejemplo, aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Afortunadamente, hay cinco plantas medicinales que se pueden cultivar en casa:
1. Lavanda: Es originaria de la región mediterránea, y se puede cultivar en cualquier clima. Tiene propiedades relajantes, calmantes, antiespasmódicas, analgésicas, antidepresivas, hipotensoras, antitérmicas, cicatrizantes, antiinflamatorias y analgésicas.
2. Menta: Tiene propiedades digestivas, analgésicas, inmunoestimulantes, antioxidantes, antiinflamatorias, vasodilatadoras, antibacteriana, antifúngica, antivirales y estimulantes. Además, es muy fácil de cultivar, ya que prospera en macetas o en el suelo del jardín.
3. Aloe Vera: Tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, regeneradoras, cicatrizantes, hidratantes, emolientes, inmunológicas, digestivas, prebióticas, antibacterianas y antivirales, y cultivarla es muy sencillo, porque requiere poco mantenimiento.
4. Caléndula: Se puede cultivar a partir de semillas y se adapta bien a diversos climas. Además, hay que señalar que a la caléndula se le confieren propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antifúngicas, inmunomoduladoras, cicatrizantes, antioxidante, repitelizante, hipoglucémicas y hepatoprotectoras.
5. Albahaca: Esta planta se adapta bien a macetas y jardines, y su cultivo es muy sencillo. Tiene antiespasmódicas, digestivas, diuréticas, ansiolíticas, antiinflamatorias, antimicrobianas, anestésicas, carminativas, antisépticas y antioxidantes.
¿Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura?
- Poner atención a las afirmaciones hechas acerca del producto como, por ejemplo: ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa?, ya que tales declaraciones son señales de alerta, pues si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
- Antes de probar un producto, hay que hablar con un médico y hay que pedirle su opinión como: ¿El producto es seguro? ¿Cuáles son las probabilidades de que funcione? ¿Existen riesgos? ¿Interactuará con otros medicamentos? ¿Interferirá con su tratamiento?
- No hay que darle suplementos herbales a los niños ni hay que usarlos si se tienen más de 65 años de edad.
- No hay que usarlo si se está en embarazo o amamantando.
- No usarlas si se va a tener una cirugía.
- Recordar que las “historias de la vida real” no son pruebas científicas y muchos productos se promueven con historias de la vida real. Incluso si la cita viene de un proveedor, no hay pruebas de que otra persona puede tener los mismos resultados.