En el corazón de cada hogar, la nevera es una pieza vital que mantiene los alimentos frescos y seguros para el consumo diario. Sin embargo, cuando este electrodoméstico es testigo de un misterioso declive en su capacidad de enfriamiento, los propietarios se encuentran frente a un dilema. ¿Cómo solucionar una nevera que se resiste a mantener la temperatura adecuada?

El enigma del frío desvanecido

La familia Rodríguez, residente en un tranquilo suburbio, se enfrentó recientemente a este enigma doméstico cuando descubrieron que su nevera, antes confiable, estaba perdiendo su toque gélido. Las verduras se marchitaban, la leche se volvía tibia, y la situación se volvía más urgente con cada hora que pasaba. ¿Qué podría estar causando este problema? Los expertos sugieren que múltiples factores podrían estar en juego.

La nevera es un pilar esencial para mantener los alimentos frescos y seguros para el consumo. | Foto: Getty Images / Paul Taylor

Verificación de la energía

La primera pista en el camino para resolver el misterio del enfriamiento perdido es examinar la fuente de energía de la nevera. A veces, simplemente desconectar y volver a conectar el enchufe puede ser la solución. Sin embargo, si este paso inicial no surte efecto, podría ser necesario inspeccionar el cableado y el disyuntor correspondiente.

Investigación del termostato

El termostato, el maestro de las temperaturas en el reino frigorífico, puede ser el culpable del desvanecimiento del frío. Si está configurado incorrectamente o si ha llegado al final de su vida útil, la temperatura interior puede fluctuar, llevando a un rendimiento deficiente.

Para resolver este enigma, se recomienda adquirir un termómetro de nevera independiente y verificar la temperatura real. Ajustar el termostato según sea necesario podría ser la clave para restaurar la frescura perdida.

El secreto de las bobinas del condensador sucias

Las bobinas del condensador, ubicadas en la parte trasera o inferior de la nevera, son esenciales para disipar el calor generado por el compresor. Con el tiempo, estas bobinas pueden acumular polvo y suciedad, obstaculizando su capacidad para funcionar eficientemente.

La acumulación de polvo y suciedad en el condensador y las bobinas del evaporador puede resolverse con una limpieza regular. | Foto: MistikaS

Fugas y problemas de sellado

Otro sospechoso común en el caso de una nevera que no enfría son las fugas de aire o problemas de sellado en las puertas.

Comprobar las juntas de las puertas y reemplazarlas, si es necesario, puede ser una solución sencilla para recuperar la temperatura adecuada y reducir el gasto energético.

Un vistazo al compresor y al ventilador del evaporador

El compresor, conocido como el corazón de la nevera, junto con el ventilador del evaporador, desempeña un papel fundamental en el proceso de enfriamiento. Si uno de ellos falla, el rendimiento de la nevera se verá afectado significativamente.

Lo que se debe hacer para que la nevera enfríe más. | Foto: Getty Images

Un zumbido constante o la falta de enfriamiento en el congelador son señales de posibles problemas en el compresor o el ventilador del evaporador. En estos casos, se recomienda buscar la ayuda de un profesional para evaluar y, si es necesario, reemplazar estas partes cruciales.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.