El banano es uno de los alimentos de origen vegetal más saludables que existen. Es una fruta por excelencia y tiene un color amarillo muy marcado. Se puede encontrar en cualquier supermercado de barrio o almacén de cadena. También se le conoce como plátano. Tiene su origen, de acuerdo a diferentes registros, en Asia Meridional.
Es un alimento que se puede consumir en cualquier momento del día. Es muy común en la mañana para el desayuno; en el almuerzo como postre y en noche para la cena. Se puede consumir en su propio estado, es decir, en crudo. También se puede ingerir en batidos o jugos. Si se va a consumir en zumos, no se le debe agregar azúcar ni edulcorantes artificiales.
“El plátano o banano es una fruta amarilla, de forma alargada, que encontramos en el mercado en grupos de tres a veinte, de forma similar a un pepino triangular, oblongo y normalmente de color amarillo. Su sabor es más o menos dulce según la variedad. Hay confusión en cuanto al nombre, en todos los países del mundo exceptuando España, se conoce con el nombre de plátano si se come cocinado y banano si se refiere al fruto maduro que se consume en fresco”, indica el sitio web Frutas Hortalizas.
“El consumo en fresco como postre del plátano es el más normal, incluso frito, pero además, otros plátanos, como el plátano macho, se cocinan y consumen cuando todavía están verdes. Una parte de los plátanos maduros se utiliza para producir crujientes rodajas de plátano deshidratado o harina de plátano. También en algunas zonas del Este de África los plátanos maduros se usan para elaborar una cerveza con bajo contenido en alcohol. Otros productos son el puré, zumo, licor y golosinas”, incluye el portal.
El banano es denominado como un superalimento, pues es muy rico en potasio, proteínas de buena calidad, vitamina B1, fibras, vitamina B2, vitamina A, vitamina B3, vitamina C, vitamina B6, folatos, potasio, magnesio, calcio y hierro.
Lo malo con los bananos es que se dañan de una forma muy rápida. Por eso, para que duren mucho más es de vital importancia guardarlos en la nevera, pero no solo basta con esto, es necesario aplicar un truco clave. Según el portal El Español este truco es:
“Gracias a este truco, tus plátanos aguantarán mucho más tiempo sin tornarse negros. Solo tienes que introducirlos en una bolsa de plástico hermética con medio limón. Cierra la bolsa, métela en el frigorífico y ve sacando los plátanos según los necesites. Comprobarás que apenas tienen manchas negras”, dice.