Los ramos de flores no solo embellecen cualquier espacio, sino que también transmiten sentimientos de alegría, amor y aprecio. Para prolongar la vida y la frescura de un ramo de flores, es fundamental cuidarlo adecuadamente desde el momento en que lo recibes o lo adquieres.

1. Recepción y preparación inicial del ramo

El primer paso para cuidar un ramo de flores comienza en el momento de la recepción.

- Desembalaje cuidadoso: Retire con cuidado el ramo de su envoltura y asegúrese de no dañar los tallos ni las flores.

Hay muchos que no se resisten a ver un buen ramo de flores porque toman una o todo el ramo. Foto Corbis.com.

- Corte de tallos: Utilice tijeras afiladas para cortar aproximadamente 2-3 centímetros en diagonal de los tallos. Esto facilita la absorción de agua y nutrientes.

- Eliminación de hojas inferiores: Retire las hojas que quedarán sumergidas en el agua del florero para prevenir el crecimiento bacteriano.

2. Selección y preparación del florero

El tipo de florero y su preparación adecuada son clave para mantener la frescura del ramo:

- Florero limpio: Lave bien el florero con agua tibia y jabón para eliminar cualquier residuo que pueda contaminar el agua.

- Agua fresca: Llene el florero con agua fresca hasta aproximadamente la mitad y asegúrese de que esté a temperatura ambiente.

- Uso de nutrientes para flores: Añada el paquete de nutrientes que a menudo viene con el ramo de flores. Estos paquetes ayudan a prolongar la vida de las flores.

3. Colocación y ambiente ideal

Dónde y cómo coloque el ramo de flores, puede influir en su durabilidad y apariencia:

- Evitar la luz solar directa: Coloque el florero en un lugar fresco y alejado de la luz directa del sol para evitar que las flores se marchiten rápidamente.

- Alejado de frutas y vegetales maduros: Mantenga el ramo alejado de frutas y vegetales maduros, ya que emiten gas etileno que puede acelerar el proceso de envejecimiento de las flores.

Pareja de enamorados con un ramo de flores, foto: Thinkstock

- Temperatura moderada: Las flores tienden a durar más en un ambiente fresco y con una temperatura moderada, lejos de fuentes de calor directo como radiadores o ventiladores.

4. Cambio y mantenimiento del agua

El agua limpia y fresca es fundamental para la salud continua de las flores:

- Cambio regular del agua: Cambie el agua del florero cada dos días o cuando note que está turbia. El agua limpia reduce el crecimiento bacteriano y mantiene las flores frescas por más tiempo.

- Corte de tallos cada vez: Cada vez que cambie el agua, vuelva a cortar un poco los tallos para asegurar una absorción óptima de agua y nutrientes.

- Limpieza del florero: Lave el florero con agua tibia y jabón cada vez que cambie el agua para eliminar cualquier residuo acumulado.

5. Cuidado específico para tipos de flores

Cada tipo de flor puede requerir cuidados específicos para prolongar su frescura:

- Rosas: Retire las hojas que queden sumergidas en agua para prevenir el crecimiento bacteriano. Recorte los tallos en ángulo cada pocos días.

- Lirios: Elimine los estambres amarillos para evitar que manchen los pétalos. Mantenga el agua del florero limpia y fría.

La asociación del lirio blanco con figuras como la Virgen María resalta su papel como un emblema de la maternidad divina y la gracia redentora. | Foto: Getty Images

- Tulipanes: Recorte los tallos en ángulo y coloca el ramo en agua fría durante la noche para que se rehidraten antes de exhibirlos.

- Flores mixtas: Siga las instrucciones específicas para cada tipo de flor que componga el ramo para mantener su frescura y apariencia.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.