Las plantas son de las decoraciones preferidas por muchos para tener en el hogar o la oficina, aunque no todas se adaptan a estos espacios.
Antes de tener cierto tipo de planta, es importante saber sobre su cuidado y las condiciones que necesita para sobrevivir. Luego de esto, se procede a elegir alguna de ellas, como, por ejemplo, la planta de menta.
La menta es popular de las tradiciones antiguas, ya que los ancestros le daban usos medicinales que siguen en vigencia. Se trata de una hierba que puede llegar a tener hasta un metro de largo y sus hojas tienen una textura arrugada.
De acuerdo con la revista de buenos hábitos Mejor con salud, la menta puede dar flores que tienden a ser de color lila y su cuidado es relativamente fácil.
Antes de abordar la conservación y cuidado de la menta, hay quienes toman la decisión de tenerla en sus casas porque tiene propiedades analgésicas, astringentes, antioxidantes, antiinflamatorias, anticoagulantes, entre otras variables, según un estudio de la Universidad Nacional de Trujillo en Perú.
Ahora bien, como pasa con cualquier otra planta, a la hierba de menta hay que prestarle atención precisa, con el objetivo de que dure por mucho tiempo y si se es principiante no se caiga en el error de dejarla marchitar.
En efecto, existe un par de cuidados que puntean en la lista para que la planta de menta permanezca en las mejores condiciones posibles y florezca.
Cuidados para la planta de menta
Teniendo en cuenta recopilaciones del portal Terra, el cuidado innegociable para que la planta de menta permanezca reluciente tiene que ver con la luz, la cual debe ser adecuada para este tipo de hierba.
En ese sentido, se comenta que la menta necesita al menos cuatro horas de luz solar directa, pero también hay que recurrir a las áreas mixtas intermediando la luz del sol y la sombra.
Sumado a lo anterior, la conservación de la menta también depende del riego. “Si bien necesita un suelo húmedo, deberás tener especial cuidado con el exceso de agua, ya que podrías favorecer la aparición de hongos en las raíces que la terminan perjudicando severamente”, dicen los conocedores del tema de la jardinería.
En la misma línea, se detalla que lo ideal es mantener el suelo húmedo, pero sin llegar a la instancia de generar charcos.
Asimismo, la poda de la planta es un factor importante. Esto porque la hierba necesita que le corten todo lo que ya se encuentra muerto, bajo la premisa de darle una renovación adecuada. Entonces, se recomienda podar la menta en la época de primavera y verano.
Finalmente, a la lista de cuidados se suma la fertilización. Terra consigna que este factor va de la mano con el crecimiento de la menta. Hay varios fertilizantes, siendo de los más populares los orgánicos que venden para las plantas aromáticas como la menta, pero se debe evitar la sobre fertilización porque podría conducir a los efectos contrarios a los que se busca en la planta.